Señor Director:
La pasada cuenta pública del Presidente Boric fue, en resumidas cuentas, una larga lista de promesas de campaña sin cumplir, pero con un detalle: La gran culpable del incumplimiento de aquellas nobles promesas, fue la malévola oposición que rechazó la milagrosa reforma tributaria. Una reforma tributaria que eventualmente haría milagros económicos, con billetes que se multiplicarían por arte de magia, pero la realidad es que prometer una reforma tributaria que aumenta los impuestos a la MiPyme que constituye el 98,6% y el 65,3% de los empleos formales en Chile haría crecer las arcas fiscales, no es verídico en lo absoluto, lo real e empírico es que el aumento de impuestos no significa principalmente un recaudo mayoritario de ingresos tributarios pero es un hecho que significa un mayor gravamen para aquellas microempresas que hacen funcionar la economía nacional. Por ende, el prometer por ejemplo en materia educacional que la deuda histórica de los profesores estaría solucionada y así como el CAE hubiese sido condonado por la aprobación de la reforma tributaria en verdad es un cuento de hadas de mal gusto, porque simplemente los números no cuadran.
Felipe Jara S.
Fundación para el progreso