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De dulce y de agraz fue el año 2024 para los proyectos de embalse en la región. Ello, porque mientras el proyecto embalse Zapallar obtuvo su aprobación ambiental en enero y tras ese hito ha dado pasos concretos para su materialización, como la firma de las escrituras de compromiso de reembolso por parte de los agricultores beneficiarios, al punto que se estima que será licitado el próximo año; en el caso del proyecto embalse Nueva La Punilla hay más dudas que certezas, luego que durante el presente año se resolviera postergar en dos ocasiones la recepción de ofertas del proceso de licitación iniciado en noviembre de 2021.
En abril, la Dirección de Concesiones del MOP informó el sexto aplazamiento de la licitación, fijando para diciembre de 2024 la recepción de ofertas técnicas; sin embargo, durante el presente mes el MOP informó el séptimo aplazamiento, estableciendo para junio de 2025 la nueva fecha. Esto se debe a la necesidad de introducir las adecuaciones al proyecto a partir de una larga lista de demandas sociales y ambientales surgidas de la comunidad de San Fabián, las que fueron recogidas por el gobierno en el marco de la reevaluación del proyecto por parte del Comité de Ministros de la CNR.
Adicionalmente, en febrero de 2024 el Tercer Tribunal Ambiental resolvió dejar sin efecto la resolución de calificación ambiental (RCA) del proyecto de línea de transmisión eléctrica Punilla-San Fabián, que permitirá evacuar la energía que se genere en la futura central hidroeléctrica del embalse. Esto constituye una dificultad adicional, que obligará al futuro concesionario a presentar un nuevo estudio de impacto ambiental de esta línea de transmisión.
