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Luego que en abril pasado llegaran al campus Chillán de la Universidad de Concepción las maquinarias y equipos para el proyecto “Polo de granos ancestrales”, recientemente se puso en operaciones la nueva línea de procesamiento de quínoa en la planta de granos ancestrales de la Facultad de Ingeniería Agrícola (FIA UdeC), la primera de su tipo en la región de Ñuble.
El proyecto “Polo territorial de desarrollo de ingredientes funcionales y aditivos, a partir de granos ancestrales, para la industria alimentaria mundial”, financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), fue adjudicado por Orafti Chile S.A (empresa gestora) en alianza con la UdeC y otras instituciones y empresas, el cual se encuentra en su segundo año se ejecución.
Tiene como objetivo la consolidación de una nueva industria de ingredientes funcionales y aditivos especializados a partir de la introducción del cultivo de la quinoa, el alforfón y otros granos andinos entre las regiones Metropolitana y de Los Lagos, que también considera el desarrollo de harinas estandarizadas que servirán como materia prima de una gran variedad de alimentos funcionales, como pastas, pan sin gluten, galletas, crispis y concentrados.
El académico del departamento de Agroindustrias, Juan Antonio Cañumir, detalló que “llegó una línea completa para el procesamiento de quínoa, la que está compuesta por diferentes equipos, como despedradora, escarificadora (para retirar la saponina), lavadora, centrífuga, secadores y un molino, para la elaboración de harina”.
Precisó que el proveedor de los equipos fue la empresa peruana Vulcano. “Perú tiene una historia en el cultivo de la quínoa, que es mucho más grande que la nuestra, por lo tanto, está más desarrollada la industria y hay maestranzas especializadas en la fabricación de estos equipos”.
Estos equipos representaron una inversión de 80 mil dólares ($55 millones, aproximadamente), los que se instalaron en la flamante planta de 100 metros cuadrados que significó un desembolso de $45 millones.
La línea tiene una capacidad de procesamiento de 250 a 300 kilogramos por hora.
Precisamente, el pasado 29 de abril se realizó la puesta en marcha, con la participación de los técnicos peruanos y los profesionales ligados al proyecto.
Expectativas
“En esta planta se van a hacer estudios y procesos a nivel piloto, y desarrollo de productos, pero la idea es que no sea una escala de laboratorio, sino que a escala productiva”, planteó.
Cañumir comentó que los productores de quínoa están obteniendo cerca de 3 mil kilos por hectárea en siembras mecanizadas, aunque algunos han logrado hasta 5 mil. Se estima que en la región de Ñuble hay cerca de 120 hectáreas cultivadas con este grano, y las proyecciones apuntan a un progresivo aumento, de la mano del proyecto.