Señor Director:
¿La pandemia nos obliga a la distancia física? Sí, es fundamental, pero de la misma forma nos dice no a la desconexión social. En ese sentido, muchas organizaciones y juntas de vecinos a pesar del confinamiento, han asumido un rol estratégico en cada barrio, organizando ollas comunes, asistiendo a los enfermos, cuidando a los adultos mayores, conteniendo a las mujeres y enfrentando situaciones de violencia física y mental.
Este apoyo de la comunidad ha sido esencial para las familias más golpeadas por la enfermedad y se ha transformado en una viga sólida para las personas, más allá de la ayuda formal del Estado que muchas veces es escasa o nula.
Hoy vemos que la comunidad siempre ha estado viva y atenta a actuar frente a los problemas ciudadanos.
Samuel Erices, Académico Trabajo Social, UCEN.