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Señor Director:
Chile está despertando ante la gravedad del acoso laboral. Tanto la Cámara Baja como el Senado aprobaron la Ley Karin, aceptando el cuerpo legal por unanimidad.
La historia de nuestra coterránea nos vino a mostrar que la violencia en todos los espacios está siendo una nueva pandemia. Karin terminó con su vida hace más de 4 años atrás, cuando su carrera y vida habían sido liquidadas de manera cruda y abrupta. Ella lo vivió al interior del Hospital Herminda Martin de Chillán, un espacio paradójicamente obligado a entregar cuidados.
En general, los motivos del acoso pueden ser múltiples, movilidades laborales, caerle en gracia a las autoridades, celos profesionales, la cultura patriarcal, entre otros.
Y las prácticas de acoso son tan diversas como personas diferentes se encuentran; buscar enfrentar a los/as trabajadoras/es entre ellos, hacer acusaciones generales desprestigiando la imagen de las personas, que le quiten la palabra a la afectada/o, incitación a que el hostigamiento sea colectivo. Llama la atención también que las falsas acusaciones de acoso laboral pueden transformarse en un temible instrumento de acoso laboral.
Como profesional del área social creo que la Ley Karin viene a instar a las instituciones a que pongan en práctica políticas de prevención y procedimientos eficaces, es un buen comienzo que nos interpela como sociedad a ver la gravedad de las consecuencias del acoso laboral.
Gloria Camus Ponce
Trabajadora Social de la JUNJI Ñuble