“Lo popular emancipador” se titula la muestra que la joven alfarera Nayadet Núñez de Quinchamalí inauguró esta semana en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Se trata de una serie de tres piezas en greda que representan desnudos femeninos. Según explicó la autora a La Discusión, “esta serie la hice para la muestra, pero la temática la estoy trabajando hace tiempo. Hay dos piezas que representan a mi bisabuela materna en Santiago, pero son réplicas de otras que hice y que tengo en mi taller. Se trata de hacerle un reconocimiento a ella, que provenía de una de las familias más grandes de alfareros de este sector. Ella era partera y alfarera. Por eso que mis piezas siempre se centran en la maternidad. Ella quería que la tradición alfarera no se perdiera, que perdurara en el tiempo; ella le enseñó a mi madre y siempre le pidió que no dejara que se perdiera porque es valiosa y única. A ella la llenaba de orgullo”.
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“La tercera pieza que está en el Museo de Bellas Artes se llama ‘Disforia’ y tiene que ver con cuerpos, cómo uno nace, cómo uno se siente, cómo te sientes identificado con tu cuerpo. Acá llamo a ser empáticos con las personas y no opinar con el cuerpo de los demás. La obra llama a eso, a reflexionar y a empatizar con las demás personas”.
Nayadet pertenece a una nueva generación de alfareras que honra la tradición, y matiza sus propias experiencias con la formación recibida desde pequeñas. “Lo que me llevó a salir de la alfarería típica de Quinchamalí, fue salir a la luz. Hay muchos jóvenes que no se dan a conocer porque siguen con la alfarería más tradicional. Por eso, en realidad, me centré en romper el esquema de la alfarería tradicional para hacerme visible y continuar con esta tradición”.
A pesar que Nayadet propone una temática distinta a la conocida, no se olvida de los orígenes de la greda negra de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. “Aparte de lo que hago, que son temas más esculturales, también estoy desarrollando un trabajo de rescate sobretodo de las primeras guitarreras que fueron hechas por Encarnación Zapata. No muchos saben que ella fue la que partió con las guitarreras. Ahora estoy enfocada en el rescate de estas piezas antiguas que se han dejado de hacer”.
La joven ya había quebrado esquemas anteriormente con otras series que tiene en su taller y en donde habla de la maternidad, entre otras temáticas. “Mi obra siempre ha estado centrada en las problemáticas femeninas, en las nociones, creencias, prácticas, saberes y procesos que pueblan nuestros cuerpos y territorios. La tradición de la cerámica negra pulida, me fue traspasada por un largo linaje de madres, en el que también participó mi padre a través de la quema, y me permite evidenciar la desigualdad, de cómo se categorizan nuestros cuerpos o de los espacios que ocupamos en la sociedad”, agrega Nayadet sobre su obra.
Museo Nacional de Bellas Artes
La muestra de Nayadet estará disponible en el hall del Museo Nacional de Bellas Artes hasta el 24 de abril próximo. Desde el espacio, la curadora MNBA Gloria Cortés Aliaga explicó a través de un comunicado que la práctica artística de la joven alfarera “disuelve la frontera entre lo que se considera arte popular con lo canónicamente establecido para las artes visuales. Esta eliminación de barreras que obedecen a la organización cientificista y académica, permite la alteración de las narrativas y el entrecruce con producciones incómodas y no homogéneas para la grilla institucional”,
“Torsos femeninos desnudos realizados bajo la técnica tradicional quinchamalina, actúan como bisagra entre la herencia del hacer popular, con el problema de la representación de memorias personales y comunitarias, especialmente las femeninas”, agregó la experta.
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