La imborrable huella que dejó Mario Ibáñez en el Ñublense del 50’
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“Cuando jugábamos el Campeonato Regional de Fútbol Amateur en 1958’, nos íbamos en el tren ramal que paraba una hora y bajábamos a la playa y luego nos subíamos y seguíamos. Nos acompañaba mucha gente a Concepción. La gente miraba los partidos desde la orilla de la cancha, que en esa época, en Chillán, en el estadio antiguo, era un arenal”.
El testimonio pertenece a Mario Ibáñez, inolvidable jugador de la época amateur de Ñublense, quien falleció casi a los 90 años, dejando una huella imborrable en el club y la historia del deporte de la Región de Ñuble.
“Don Mario”, en entrevista con quien suscribe, para la edición del libro “Ñublense: 100 Años de Pasión”, narraba su desconocida historia ligada al mundo ñublensino.
Llegó con 22 años al cuadro de Chillán, proveniente de la Universidad Católica, club que había sido campeón de Segunda División 1955-1956, donde fue compañero del mismísimo portero, Sergio Livingstone, que más tarde sería arquero de la Selección Chilena.
Tras arribar en 1957 a la tienda roja, fue campeón de la Liga del Fútbol Amateur de Chillán y luego pasó a integrar el plantel que debutó el domingo 30 de marzo en el Campeonato Regional de 1958, venciendo a Fiap Tomé, por 2-0, con goles de José Rodríguez y Jaime “Loco” Paredes.
Se jugó en el antiguo estadio municipal de Chillán, que tenía dos tribunas de madera y era un arenal. Esa tarde llegaron 4.200 espectadores.
Su legado
“El Regional era un campeonato de mucha pierna fuerte. Teníamos un equipo muy aguerrido con jugadores de buen nivel como Juan Montt, José Salgado; Juan Palacios, Beltrán Mass; José Rodríguez, Froilán Morales, Jaime Paredes”, recordó Mario Ibáñez.
La incorporación de Ñublense al Campeonato Regional, narró Ibáñez, fue el resultado de la una gestión de un grupo de dirigentes liderados por el timonel Mario Avendaño, al que precedió Moisés Noriega.
Tras titularse como ingeniero agrónomo en la UC, se integró laboralmente a la Escuela de Agronomía de la UdeC, Campus Chillán, aportando con su conocimiento técnico al empastado del antiguo Estadio Seminario, a la construcción de la cancha de la Escuela de Agronomía y del Estadio Municipal de Chillán, conocido en los 50’, como el “Arenal”, en el contexto del “Plan Chillán”.
En 1963 dejó de jugar en Ñublense, se sumó como director del club y defendió en el fútbol amateur defendiendo los colores del Deportivo Agronomía, Unión y Cóndor.Como docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción hizo una carrera aplaudible, aportando con su formación técnica y siendo docente de varias generaciones de agrónomos formados en esta casa de estudios.
Sus restos fueron sepultados en el Parque Cementerio Chillán.