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Durante esta semana, la Delegación de Itata informó una visita que la Dirección Regional del Servicio de Patrimonio Cultural, junto a la Oficina Técnica Regional del Consejo de Monumentos Nacionales, realizaron al sector de La Boca de Buchupureo, en donde se encontraron estructuras de madera antiguas que podrían corresponder al antiguo puerto de la zona. Según los expertos que visitaron el hallazgo, estas estructuras, que sobresalen del lecho poniente del río que desemboca en la zona, están protegidos por la Ley de Monumentos Nacionales, siendo catalogados como Monumento Arqueológico. “Esta clasificación destaca la importancia histórica y cultural de los vestigios encontrados”, detalló a través de un comunicado la delegación provincial a cargo de Lisette Prado.
A partir de ahora, se deberá determinar con exactitud la procedencia de estas estructuras. El historiador local Marco Aurelio Reyes Coca cuenta a La Discusión que efectivamente el Puerto de Buchupureo fue una realidad, sin embargo, no alcanzó la importancia comercial de otros como Talcahuano por las difíciles condiciones que tenían que enfrentar las embarcaciones para atracar.
“Funcionó hasta comienzos del siglo XX y era un puerto bien particular porque debido a las condiciones geomorfológicas de la zona, los barcos no podían atracar en las instalaciones. Entonces, la manera de trasladar los productos del barco hasta la costa era mediante una cablería que se instaló. Así, se trasladaban productos e incluso muebles provenientes a veces de Europa desde la embarcación hasta el puerto propiamente tal, con cables”, relata.
“Lamentablemente no tenía un buen acceso, pero de todas formas fue utilizado por mucho tiempo”, precisa Marco Aurelio. En efecto, las crónicas de Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos permiten determinar que el Puerto de Buchupureo fue habilitado para el comercio de cabotaje el 19 de octubre de 1863, y al año siguiente se funda el pueblo con la denominación de Nuestra Señora del Tránsito de Buchupureo.
Marco Aurelio destaca que a pesar de las dificultades que presentaba la zona, la visión de sus escasos habitantes fue hacer funcionar este espacio marítimo de conexión con el resto del mundo. “Se utilizó fundamentalmente para el cabotaje, es decir, para traer productos, bienes, y también para sacar los productos que se producían en el Valle del Itata. A comienzos del siglo XX fue dejado de lado por la misma razón, por su difícil acceso. El Puerto de Buchupureo no tuvo esa trascendencia de Constitución en el norte y Talcahuano por el sur. Todos sabemos lo bravo que es el mar en esa zona. Tras eso comenzó a operar el tren y con eso se solucionó la problemática del traslado de productos de un lado a otro”, indica.
“Podríamos decir que sirvió en términos generales para la llegada de bienes que permitieron a la larga mejorar la calidad de vida de los agricultores que vivían en Itata hasta Quirihue”, añade el historiador.
Datos
La historia también ha podido establecer que además del puerto, existieron, desde 1877, dos astilleros donde se construían lanchas para satisfacer los requerimientos de los puertos del norte.
Los barcos que llegaban al Puerto de Buchupureo eran fundamentalmente europeos y norteamericanos en busca del cereal (trigo) que se producía en la zona. Esos mismos traían muebles, ropas, pianos, licores, perfumes, revistas de moda, entre otros. Estos artículos eran adquiridos por las familias que habitaban el casco histórico de Cobquecura.