Señor Director:
Los recientes juegos parapanamericanos nos han demostrado que nuestro país está fundado en la solidaridad y el respeto por la persona humana sin importar sus características. Sin embargo, es fácil que esto quede en un mero slogan y no permee nuestras estructuras y formas de actuar.
El Papa Francisco expresaba que “no hay inclusión sin fraternidad”, sin la capacidad de hacer común unión (comunión) entre nosotros. La inclusión no puede ser solo la garantía a espacios con mejor acceso, sino que debe ser parte de nuestro obrar en la medida que vemos al más vulnerable de nuestros hermanos como nuestro prójimo.
Que esta actitud de solidaridad y respeto traspase instituciones y actividades masivas, que más allá de este tiempo en que nos empapamos de estos valores, podamos vivir la vida viendo en los demás la presencia de Cristo y acogiendo al prójimo con amor. Para así, de esta manera, construir un país que se preocupa, une fuerzas y se activa por los más desvalidos de nuestra sociedad durante todo el año.
Ángela Parra M.
Directora Pastoral UC