Señor Director:
Estamos viviendo uno de los mayores cambios de paradigmas organizacionales y tiene relación con la percepción del colaborador con su organización. La experiencia de las personas con su empresa se transformó con la pandemia y se separaron de las organizaciones.
Los colaboradores no pertenecen a la “empresa” y lo mejor que podemos hacer es mantenerlos en estado de enamoramiento permanente. ¿Cómo lograrlo? Transmitiendo interés, cercanía, comunicación directa y desafiándolos a que logren cosas para ellos y con nosotros.
Para ello, la flexibilidad de las organizaciones se convierte en garantía de sobrevivencia. Hoy las instituciones se construyen de intangibles que se basan en sensaciones, emociones y percepciones que tienen como consecuencia un sentimiento de orgullo, identificación y compromiso profesional.
Las organizaciones deben disminuir las brechas existentes entre las distintas áreas. Para esto, la transformación debe potenciar los talentos dentro de las organizaciones, construir sinergia y ser un beneficio para los colaboradores, enfocándose en el cliente interno y después en el externo.
Colaboradores felices, clientes satisfechos.
Christian Bordón
Experto PNL, académico de la Universidad Finis Terrae