La felicidad en el trabajo

Señor Director:
Cada 20 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de la Felicidad, una fecha que nos invita a preguntarnos qué lugar ocupa la felicidad no solo en la vida diaria, sino también en el trabajo.
En un entorno donde la productividad y los resultados suelen ser el foco central, hablar de felicidad laboral podría parecer secundario. Sin embargo, ¿qué pasaría si dijéramos que un trabajador feliz es, en realidad, la mejor inversión que una empresa puede hacer?
Lejos de ser un simple deseo, la felicidad es un motor que impulsa el compromiso, la creatividad y la eficiencia. Cuando las personas se sienten valoradas y disfrutan su día a día, no solo trabajan mejor, sino que también contribuyen con ideas innovadoras y fortalecen el tejido colaborativo de la empresa. En simple, es lo que toda organización busca.
Un estudio de la Universidad de Warwick señala que los trabajadores felices son un 12% más productivos. Por el contrario, un ambiente laboral tenso aumenta el estrés, eleva la rotación y disminuye la productividad. Por ello, las empresas deben dejar de ver el bienestar de sus trabajadores como un factor secundario y construir un espacio donde la felicidad sea una prioridad con acciones concretas para fomentarlo. ¿Por dónde empezar? Dándole sentido al trabajo, creando conexiones genuinas y redefiniendo el equilibrio entre el tiempo personal y laboral.
La felicidad en el trabajo no es un privilegio, es una responsabilidad compartida.
Graciela Ramírez
Gerente de compensaciones Adecco