Señor Director:
Actualmente la información circula a una velocidad nunca antes vista. Sin embargo, esta ventaja también conlleva un gran riesgo, uno de ellos es la desinformación. Las redes sociales, que deberían ser herramientas para conectar y educar, se han convertido en un sitio para rumores, noticias falsas y teorías conspirativas sin sustento.
Lo más preocupante es que muchas personas comparten contenidos sin verificar su veracidad, lo que contribuye a la confusión general y afecta decisiones importantes como la vacunación, el voto o el consumo responsable. La educación digital y el pensamiento crítico son instrumentos urgentes que deben fomentarse desde la escuela y la familia. No podemos seguir permitiendo que la verdad se pierda entre memes y titulares alarmistas.
Catalina Salazar
Estudiante de Periodismo UDEC
