Señor Director:
Hoy, ante una nueva Constitución se busca, legítimamente, consolidar como derechos aspectos tales como la salud, pensiones, educación y el agua. Sin embargo, aún no se discute en el mundo político ni en los medios a la Cultura como derecho constitucional. La Cultura ha quedado históricamente relegada de las políticas públicas, con objetivos cortoplacistas y financiamiento residual del presupuesto nacional. Es fundamental hoy, cuando se cuestiona el modelo país, que se reconozca la importancia que queremos para la Cultura.
El reconocer a la Cultura como factor fundamental en la construcción de la identidad país, permite establecer y consolidar políticas efectivas para, por ejemplo, combatir las adicciones, las patologías mentales y la delincuencia. En otro ámbito, la Cultura moviliza la economía global en aspectos tales como la exportación de productos no tradicionales, la generación de obras artísticas que promueven la imagen país y, asimismo, lo consolida por medio de sus culturas y, en consecuencia, releva a la industria del turismo y todas las áreas asociadas. Esto lo entendieron hace décadas países desarrollados, como por ejemplo, Inglaterra, USA o Japón, para quienes un país se construye con un modelo de desarrollo que incluya a la Cultura como derecho y, por tanto, elemento de desarrollo integral interno y al exterior.
En definitiva, no sólo es necesario, sino que es fundamental generar de forma urgente un debate acerca de la importancia que queremos otorgar como país a la Cultura, en cuanto derecho constitucional para las y los habitantes de nuestro país.
Luis Sandoval S. – Psicólogo y Gestor Cultural
