Pese a que la pandemia sigue fuera de control, la actividad turística en temporada estival no se detiene en la región de Ñuble. Según cifras de Carabineros, desde el 4 de enero al 10 de febrero, 72.491 personas han solicitado permisos de vacaciones para visitar Ñuble, mientras que 38.024 personas han emitido el documento desde la región para salir ya sea dentro del territorio o a otros puntos del país.
En detalle, durante enero en Ñuble se registraron 52.117 ingresos de turistas que portaban el documento, mientras que en febrero a la fecha se ha recibido 17.914.
Para exigir el permiso de vacaciones en Comisaría Virtual, es necesario que las personas se encuentren en Fase 2 o superior dentro Plan Paso a Paso, y que sus destinos no estén en cuarentena, lo que ha sido fiscalizado en Ñuble por personal desplegado en terreno, principalmente por parte de Carabineros, Ejército y Seremi de Salud,
Entre las comunas “favoritas” como destino, a partir del 4 de enero al 8 febrero, están Chillán (7.559), Quillón (7.105), Pinto (6.303), San Carlos (4.727), Yungay (4.388) y Cobquecura (3.879), según detalló el coordinador regional de Seguridad Pública, Alan Ibañez, quien aclaró que en el caso de Chillán, que hoy se encuentra en fase 1, tenía permisos anticipados que se solicitaron y que las personas todavía pueden hacer uso de ellos como también solicitar el retorno a residencia habitual para poder culminar sus vacaciones en una comuna que se encuentra en cuarentena.
“Recordemos que tenemos en los distintos lugares turísticos a personal de las Cuadrillas Sanitarias y fiscalizadores que están solicitando a aquellas personas si tienen o cuentan con sus permisos en caso que estuviesen de vacaciones. (…) No hemos detectado incumplimientos con respecto a esta situación, existe un gran conocimiento con respecto a las formas que hay de trasladarse de una región a otra, así que eso nos tiene conformes”, sostuvo la autoridad regional.
Experiencia turística
La llegada masiva de turistas a Quillón ha generado sentimientos encontrados en la comunidad, ya que si bien sacan cuentas alegres como años anteriores en temporada estival, temen que la movilidad pueda influir en un retroceso de la comuna que actualmente se encuentra en fase 2.
“Toda la vida ha llegado harto turista a Quillón por vacaciones. La cantidad de gente de afuera nos ha complicado un poco por el volumen, pero en sí por algunas personas irresponsables, que muchas veces hacen fiestas y después se van, hemos tenido algún movimiento de contagio. También sabemos que nos hemos visto saturados, porque en el sur de Chile cerraron algunos recintos turísticos, y la gente vino a pasar su segunda parte de vacaciones, de vuelta a Santiago, a Quillón. Para nosotros es reconfortante para la reactivación económica, pero también tenemos miedo que tengamos que retroceder a fase1, sería complejo”, manifestó el alcalde Miguel Peña.
Por lo anterior, la autoridad aseguró que en su comuna ha existido un adecuado control y trazabilidad de los contagios. “No nos relajamos, estamos en un equilibrio, pero con la cantidad de gente que hemos tenido podría estar mucho más elevado, pero hemos sido responsables y hemos entregado todas las facilidades para que eso no ocurra”, agregó.
En Punilla
Por su parte el alcalde de San Carlos, Pedro Méndez, explica que su comuna figura entre las seis más visitadas de la región, principalmente por el arribo de personas que han migrado y que retornan para visitar a su círculo cercano. A partir del 28 de enero la capital de Punilla se encuentra en cuarentena, sin embargo, antes de la medida ese factor ha sido visto con preocupación y cautela, considerando que los focos de Covid en la región han sido generados por reuniones familiares.
“La explicación es que los hijos de nuestros vecinos desafortunadamente al no haber empresas acá, se van a trabajar a Santiago o a los alrededores y esto hace que los permisos de vacaciones a nuestra comuna sean tan altos”, dijo.
Una de las debilidades que ha presentado San Carlos y que atenta con la eficacia y cumplimiento de la cuarentena, es la limitada capacidad fiscalizadora, advirtió el jefe comunal.
“Efectivamente como no hay un control sanitario de las personas que llegan de afuera, hace que nosotros como municipio no tengamos el elemento, lo he reclamado siempre, que tienen las policías, los militares, la seremi y Carabineros, identificando a la persona para saber si está sana o sea un caso positivo de coronavirus. Eso no lo tenemos, no lo podemos manejar nosotros y desafortunadamente los puestos que tenemos mayoritariamente, a excepción de uno, están fiscalizados por la municipalidad”, explicó.
Las Trancas
Durante enero en Pinto la ocupación hotelera se ha mantenido alta, llegando a un nivel similar al registrado el verano anterior, lo que enciende el optimismo en el sector después de pasar un invierno alicaído. Sin embargo, el anuncio del retroceso a fase 2, fue visto con sorpresa, ya que perciben que el nivel del contagio de Covid-19 presente en la comuna, en comparación a otras, no justifica un cambio de etapa, en circunstancias que la actividad comenzaba a repuntar.
“Esto nos pilló de sorpresa, porque ayer (jueves) en dos segundos nos cambiaron de fase, ni siquiera lo habíamos pensado, porque nuestros casos activos no son tan altos. Creo que a lo mejor lo que nos perjudicó fue que estamos llenos de población flotante”, expresó la encargada municipal de Turismo, Cristina Hermosilla.
El presidente de la Cámara de Turismo Las Trancas, José Saavedra, lamentó el retroceso a fase 2, ya que tras la noticia algunos turistas que iban a visitar la zona por el fin de semana han cancelado sus reservas.
“La temporada de enero fue buena, porque tuvimos 70 % de ocupación, que es prácticamente muy parecida a años anteriores sin pandemia. Y después febrero viene bien, por lo menos a nivel de reservas, con bastante normalidad, similar a febrero de años anteriores, pero ayer (jueves) nos enteramos que pasamos a fase 2, así que es algo que no esperábamos. Hay muchas reservas y hubo cancelaciones por la gente que viene el fin de semana, pero por la disposición de la fase 2 tienen que hacer cuarentena en la cabaña, y no tiene mucho sentido que vengan”, declaró el operador, quien aseguró que el sector ha sido riguroso con el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
Capital regional
En el caso de Chillán la actividad turística repuntó a partir de diciembre, cuando el Gobierno comunicó que todas las comunas en Fase de Transición, podían regirse, conforme a las condiciones establecidas en los protocolos para la Fase de Preparación, lo que se tradujo en un impacto positivo en la reactivación del rubro, que permitió que los empresarios gastronómicos pudiesen abrir sus terrazas, que desde marzo estaban sin movimiento. Sin embargo, a pocos meses de funcionar, la cuarentena de fines de enero otra vez los golpeó.
“El impacto de la pandemia ha sido profundo, y tiene una lectura diferente según cada área de esta gran cadena. Ha dejado cesantes a cientos de trabajadores, guías turísticos, chef, aparcadores, artesanos, cocineras, garzones, mucamas, tour operadores, choferes, croupiers, etc. Y también ha obligado a que empresas y emprendimientos hayan cerrado definitivamente”, lamentó la Jefa de la Oficina de Gestión Turística Municipal, Karina Maureira.