Señor Director:
Lo sucedido con la candidatura de Paola Becker a la alcaldía de Chillán da para más de una reflexión. La desconexión de los partidos políticos con la realidad y tratar de torcer la realidad. Candidatura de por sí debilitada por las circunstancias judiciales de su entorno. Por eso no se entiende el empecinamiento de su partido por mantenerla con respirador artificial, ya que desconcierta y deja a un importante sector político sin candidato. Es el corolario de malas decisiones a las que nos tiene tan acostumbrados la política y que justifican su credibilidad del 3%, y cayéndose.
Alfredo Schmidt Vivanco