Tras una señalada victoria electoral, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se comprometió este lunes a heredar las tareas inconclusas del difunto Shinzo Abe, incluida una enmienda constitucional para ampliar las capacidades militares del país.
“Los problemas que él no pudo solucionar los haré míos”, dijo Kishida en su primera comparecencia tras conocerse este lunes los resultados oficiales de las elecciones parciales del domingo a la Cámara Alta de la Dieta, el parlamento nacional, en las que su partido amplió su holgada mayoría.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]El gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), al que pertenecía Abe y que actualmente preside Kishida, obtuvo 63 escaños, más de la mitad de los 125 que estaban en juego. Su socio de coalición, el partido budista Komeito, ganó 13 escaños, que en conjunto hacen 76.
Sumados a los 70 que ostentan juntos en la otra mitad de la Cámara, la coalición conserva una amplia mayoría de 146 asientos en el órgano legislativo de 248 miembros, donde se ratifican las iniciativas legislativas antes aprobadas por la más poderosa Cámara Baja, también dominada por su alianza.
“Nuestro objetivo era asegurar la mayoría y la hemos superado”, dijo Kishida, que interpretó los resultados como una señal de que los japoneses “ven que estamos entrando en un punto de inflexión” tanto a nivel nacional como global, con “la mayor crisis después de la guerra” mundial, y les están “confiando el futuro del país”.
La enmienda constitucional es una de las principales reformas que se impulsarán.
Uno de los objetivos de la revisión de la Carta Magna, aunque no el único, es dotar de mayores competencias a las fuerzas armadas del país (que tienen prohibido llevar a cabo una ofensiva o declarar una guerra), ante el aumento de la influencia y la presencia militar de China en la región y una situación geopolítica cambiante, informó Emol.cl
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