El fallecimiento de Lucía Hiriart, viuda del dictador Augusto Pinochet, causó una fuerte repercusión tanto en la opinión pública como en el mundo político y en especial en la antesala de la segunda vuelta presidencial.
Una de las opiniones más esperadas ha sido la de José Antonio Kast, el abanderado del Frente Social Cristiano que en su juventud fue rostro de la campaña por el “Sí”, para extender los años de la dictadura de Pinochet. Ahora, entrevistado por radio ADN, quiso descartarse de mayores palabras hacia la figura de Hiriart: “Más que darle la condolencia a la familia, no quiero hacer un hecho político de esto, es un hecho humano”. Agrego que “yo no la conocía, no soy cercano a la familia no tengo un vínculo”, dijo, asegurando que no asistirá a su funeral.
Para el abanderado de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, “Lucía Hiriart muere en impunidad pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país. Mis respetos a las víctimas de la dictadura de la que fue parte. No celebro la impunidad ni la muerte, trabajamos por la justicia y la vida digna, sin caer en provocaciones ni violencia”.
Para Marco Enríquez-Ominami, hijo del líder del MIR, Miguel Henríquez, “la familia de Lucía Hiriart tiene derecho a lo que se le negó a mi abuela: a que su muerte no sea denostada y su dolor sea respetado”.