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La declaración del comisario Daniel Naranjo, contraviniendo la tendencia de los horarios de cierre del juicio oral por fraude al fisco en Chillán Viejo, finalizó casi a las 16.00 horas del viernes.
Para muchos, lo que tenía que decir el funcionario de la PDI encargado de tomar cerca de cien declaraciones en el marco de las investigaciones hechas a los diez acusados por este caso que data del 2012 e incluye al suspendido alcalde Felipe Aylwin entre los imputados, sería totalmente determinante para aclarar los lineamientos del juicio.
Sin embargo, hubo una estrategia especial presentada por la Fiscalía para interrogarlo. El Ministerio Púbico dio por cerrada su prueba de cargo el día jueves y renunció a presentar a Naranjo como testigo.
Quién sí lo presentó, en cambio, fue la parte querellante, es decir, el Consejo de Defensa del Estado, de esa manera, los fiscales Álvaro Serrano y Juan Rohr abrían sus posibilidades de interrogatorios a preguntas sugestivas, evitando de esta manera que, como se vio en otros de sus testigos, las declaraciones fueran incluso más útiles para la defensa.
Poco y nada, en todo caso, dijo Naranjo respecto a los hechos que apuntan a colusión, fraude al fisco. Es más, “pareciera que cayó en un pantano. No recordaba nada, incluso negó acordarse que el motorista Carlo de Gavardo fue a Chillán Viejo (supuestamente por gestión de Lya González, acusada de contrato simulado) y yo sé que él estaba al tanto de eso. Entonces, el nivel de credibilidad es muy cuestionable”, acusa Ricardo Robles, abogado de Ulises Aedo.
Se espera que el Consejo de Defensa del Estado haga hoy la lectura de su prueba documental “y si somos eficientes, podríamos terminar todos nuestros descargos este miércoles, para dejar el jueves y viernes los alegatos de clausura, de esa manera, el veredicto podría estar listo para este lunes”, propuso el legista.
Tanto Robles como su colega, Rodrigo Vera Lama, estiman que “se acabó la prueba fiscal sin que se pudiera demostar en lo más mínimo la existencia de algún delito”.
Los dardos van al hecho 1
Mariella Dentone, procuradora del CDE, por el contrario, planteó que “se vislumbró claramente, a través de las declaraciones y la prueba incorporada, que los hechos de la acusación están acreditados”.
Para la abogada querellante, el que el comisario Naranjo haya dicho que revisó unos correos electrónicos de dos empresas asegurando que habían hecho negocios con el municipio gracias a Lya González (supuestamente acreedora de un contrato simulado) “no es prueba de que ella haya trabajado. Esos trabajos obedecen a funciones que no eran parte de lo que, por contrato, se le pedía, y las tareas que se le asignaron, no las hizo”.
Por otro lado, la Fiscalía cuestionó que Naranjo no haya certificado la legitimidad de esos correos ni si fueron emitidos por quienes supuestamente los enviaron.
De todas formas, para el fiscal Serrano, “creemos por acreditados todos los hechos que fueron objeto de la acusación. Por ejemplo, el favorecimiento a la empresa Buses Ríos con pagos por viajes que no hicieron; se acreditaron ilícitos como el caso de la señora Lya González, quien no trabajó para lo que se contrató”.
Ese caso, el del funcionario fantasma, es el único en el que figura como acusado el suspendido alcalde Aylwin.
