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Joven yungayina pide clases virtuales a universidad debido a su situación de discapacidad

Una joven yungayina está solicitando ayuda para poder continuar con sus estudios superiores en la Universidad Católica de la Santísima Concepción donde cursa primer año de psicología.

Se trata de Ximena Muñoz, quien padece una atrofia muscular espinal tipo 2, una enfermedad que la lleva a utilizar una silla de ruedas y a perder fuerza progresivamente. Debido a su condición de salud no puede asistir con regularidad a clases, por lo que está pidiendo a su casa de estudios que realice una adecuación virtual para poder participar en clases a distancia, tal como lo hizo durante su enseñanza media en el Liceo de Yungay donde estudió de manera híbrida.

Durante los meses más fríos del año,  Ximena comentó que, viajar desde su comuna hasta la capital del Biobío, en condiciones de alta circulación viral, ha sido complejo para su salud, ya que su sistema inmune se ve comprometido y puede caer en estado de gravedad.  El resto del año ha logrado asistir a la universidad, aunque no con la frecuencia que quisiera, ya que depende de un furgón municipal que la traslada sujeto a las circunstancias.

“Me movilizó con el furgón municipal y entonces ellos no me pueden llevar siempre. Tiene que trasladarme  cuando haya un viaje programado a Concepción. Entonces eso limita los días que puedo ir a la Universidad. Mi situación actual es de muy baja asistencia, porque durante el tiempo bueno tampoco pude ir a todas las clases por los horarios del furgón municipal”, dijo.

Su petición no ha sido acogida por la UCSC, que le entregó otras alternativas para continuar sus estudios, sin embargo, no la dejan satisfecha,  por lo que publicó un video exponiendo su caso para sensibilizar a quienes toman las decisiones académicas.

“Me siento muy mal, porque están vulnerando mi derecho a la educación al no estar cumpliendo con un ajuste razonable, que se hagan estas adecuaciones virtuales. Siento que están menospreciando mi situación por el simple hecho de mi discapacidad. Quise estudiar psicología , porque siento que es un carrera que me puede dar independencia a futuro. En el sentido, que también es un carrera que se puede impartir de manera digital. A la larga, en algún trabajo puedo ser independiente. No puedo vivir en Concepción por mi nivel económico. No tenemos recursos para arrendar. Necesito una casa, no una pieza, por mi silla. Además, independiente que esté en Concepción, tampoco puedo estar en contacto con gente enferma. Mi movilización en la ciudad también debe ser especial”, explicó a La Discusión.

Ximena manifestó preocupación por su futuro académico, ya que siente que está en riesgo de perder un año de carrera y gratuidad por no poder asistir a clases y rendir certámenes con regularidad. Solo el profesor de una asignatura, reconoció, le ha permitido continuar con su proceso de aprendizaje.

“Mi profesor de Comunicación en Inglés ha sido el único que se ha puesto la camiseta y ha estado muy pendiente, he cumplido con lo que él me pide. Me ha estado permitiendo hacer mis certámenes de manera online, cosa que me impidieron en los otros ramos. (…) Mi carrera dura cinco años. Si no apruebo un año, la gratuidad me cubre cuatro y el último debo pagar. Mis padres son separados, mi madre es dueña de casa, siempre me ha cuidado. Mi papá paga mi pensión y es electricista. Tengo un hermano mayor, de 24 años, en el último año de Periodismo”, dijo.

Su caso fue conocido en redes sociales tras un video publicado en su cuenta de Instagram, donde relató su situación. No es primera vez que la joven yungayina alcanza notoriedad. Su historia de superación fue conocida en la televisión como usuaria de la Teletón en noviembre de 2022.

Respuesta institucional

Conocida la situación de la estudiante, la UCSC respondió a La Discusión, señalando, mediante una declaración, que  la alumna ingresó vía admisión regular a la Universidad, a estudiar una carrera presencial, teniendo pleno conocimiento de la modalidad de estudios y de sus exigencias académicas al momento de formalizar su matrícula.

Asimismo detallaron que cuentan con una Unidad de Inclusión Estudiantil, cuya función principal “es apoyar a todos los estudiantes con discapacidad en su etapa formativa, proporcionándoles los ajustes y apoyos necesarios que favorezcan la igualdad de oportunidades y una adecuada inclusión durante la trayectoria académica universitaria; todo acorde a la normativa externa e interna vigente”.

En ese sentido, la institución aseguró que ha realizado ajustes razonables reglamentariamente permitidos de acuerdo al tipo y modalidad de carrera que cursa la alumna.

“Adicionalmente, ya se le otorgó la eximición del 50% de asistencia y se contempla un régimen flexible ante posibles problemas de salud sobrevinientes, previa presentación del certificado médico de rigor”, destacaron.

 

 

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