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Ayer continuaron las citaciones a declarar a la Fiscalía Regional de O’Higgins en el marco de los presuntos abusos sexuales cometidos por miembros del clero, investigación que lidera el fiscal Emiliano Arias.
Además de Tito Rivera, acusado de violación al interior de la Catedral de Santiago, fue citado en calidad de testigo el sacerdote de la Diócesis de Chillán, José Luis Ysern, en el marco del caso en el que está imputado el religioso Jorge Laplagne, párroco de San Crescente en Providencia, denunciado por Javier Molina por abusos reiterados, cometidos cuando el denunciante era acólito y tenía 15 años.
Molina presentó la denuncia en 2010 ante el promotor de justicia del Arzobispado de Santiago de la época, Raúl Hasbún, quien elaboró un informe que desestimaba el testimonio del joven, por lo que su caso fue archivado por el cardenal Ricardo Ezzati.
En el informe Hasbún incluyó dos testimonios que calificó de “expertos” para anular la denuncia, uno de ellos el de José Luis Ysern en su calidad de psicólogo, quien habría conversado con Molina en el tiempo en que vivió en Chillán y fue alumno de la Universidad del Bío-Bío.
Hasbún aseguró en el informe que Ysern “envió dos documentos”. En el primero citado el psicólogo deduce la “posibilidad de distorsión perceptiva y cierto protagonismo mitómano a causa de las cargas mediáticas de esos días”.
Consultado nuevamente por Hasbún en 2015, Ysern menciona que “efectivamente recuerdo el caso de este joven. La misma primera entrevista fue de una manera casual: en un pasillo. Guardo de él una imagen como de joven poco asertivo, inseguro, en busca quizás de cierto protagonismo victimista. Por supuesto que no hice pericia alguna de este asunto, porque, como te digo, jamás hubo perseverancia en nuestros encuentros”.
Responsabilidad en el caso
Molina, apoyado por Juan Pablo Hermosilla, abogado de las víctimas de Karadima, presentó una querella contra Laplagne y todos los que resulten responsables de encubrimiento.
“Uno de los dos se puso de acuerdo con el otro para levantar falso testimonio. Nunca tuve una evaluación psicológica de él ni contención”, aseguró Javier Molina
En tanto el historiador Marcial Sánchez, experto en Iglesia, comentó que “el caso Laplagne es muy importante porque no solo vincula a un sacerdote de Chillán, sino a Ricardo Ezzati, debido a que esto escala a nivel de las investigaciones que hizo Hasbún”.
El historiador explicó que “estas son investigaciones sobre las que se da o no verosimilitud, y no hacerlo significa que no le crees a una víctima aun cuando te da un testimonio de abuso sexual explícito. Es complejo porque nuevamente estamos frente a una situación en que las víctimas no fueron escuchadas en su momento”.
Sánchez precisó que “la víctima habla en contra del psicólogo (Ysern) y obviamente se enoja con él, porque le habría entregado antecedentes a Hasbún para cerrar el caso, que es lo que dice el informe. El psicólogo que ahora va como testigo, dice en sus comentarios, yo no hice una pericia. Obviamente que Hasbún se ‘arranca con los tarros’, y el problema es que al hacer eso, esto no figura dentro del Código de Derecho Canónico y Laplagne es absuelto. La víctima queda sin ser escuchada porque no hay una investigación como corresponde, y ahí entra el encubrimiento”.