“En recuerdo de la arquitectura fallecida en este lugar”. Así reza el mensaje en la “animita” que el artista y arquitecto chillanejo, José Luis Gacitúa, instaló este fin de semana en la intersección de las calles 18 de Septiembre con Avenida Libertad, justo en frente del conjunto de edificios que se está levantando en lugar de la estructura que durante años fue parte del lugar y que colapsó por completo durante el terremoto del 27 de febrero de 2010: el edificio Los Héroes.
La instalación se hizo el sábado pasado y hasta el cierre de esta edición, la animita permanecía en el mismo lugar en donde la instaló José Luis. Increíblemente, y como una forma de adherir a la “molestia ciudadana” por la construcción, personas anónimas han cambiado las flores secas por otras frescas. Nadie ha tocado la intervención.
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En conversación con La Discusión, José Luis indicó: “desarrollé en Chillán un taller que se llama Intervenir la Ciudad, a propósito de otras intervenciones que hice en la ciudad en tiempo de pandemia. Estuve con cinco alumnos, haciendo un proceso teórico con casos emblemáticos, las acciones de arte que se pueden hacer, etc. Luego comenzamos a hacer una investigación y una de las conclusiones fue que Chillán está cambiando por las construcciones en altura. Ahí nació la idea de abordar el edificio que se está construyendo en la plaza”.
La idea de la animita nace porque a juicio del artista son reconocibles y forman parte de la cultura popular. “La idea era hacer una referencia a que la arquitectura se está muriendo, se está destruyendo porque todas estas construcciones están acabando con lo que teníamos. El año 40 se pensaba que se iba a avanzar, pero desde una práctica responsable, lo que hoy no existe”, sentencia.
“La animita es un lugar de veneración, y el objetivo es venerar a quien se ha ido, a quien fallece. En este caso, ha muerto la arquitectura, colocamos una placa dentro de la animita que tiene todos los elementos como velas, y fotografías de la arquitectura que había en ese lugar originalmente. Hay fotos de la Intendencia, de la Municipalidad resaltando el respeto por la altura. No hay otro espacio como ese, todo ese conjunto arquitectónico es como nuestra postal, y este nuevo edificio hace aparecer un elemento egoísta que no considera lo que existe a su alrededor y eso destruye las posibilidades de que se sector mantenga el carácter patrimonial, no responde a nada de lo que existe. Es bien dramático”.
“Hemos visto que a la gente le llama la atención, todo el mundo va a mirar, cuando la ven, las reacciones son interesantes, porque está instalada en un lugar estratégico, justo frente al edificio, y nadie ha intentado sacarla, porque el mensaje es claro y se entiende”, reflexiona.
Según José Luis y de sus alumnos esperaban generar una reflexión, exponer un problema “y esta animita cobra sentido en un contexto ciudadano y urbano. Es una denuncia y un llamado a reflexionar respecto a cómo está cambiando nuestra identidad. Entendemos que hay una contraposición con la Intendencia, que es una construcción horizontal, que se levanta, que conecta dos plazas, que entiende el tema urbano y que está diseñada para estar en ese lugar, generar un espacio cívico, versus esta nueva torre que se encuentra en sí misma, que uno puede levantar y ponerla en cualquier otra ciudad”, advierte.
Gacitúa agrega que se vienen más iniciativas en espacios públicos, tal como lo hizo en 2020 en plena pandemia, cuando instaló distintos mensajes en diferentes puntos del centro de la ciudad. “Siempre con una reflexión detrás y que expone una problemática. Cuando las autoridades no se encargan, y no hay participación, el arte cumple un rol en esto de evidenciar problemáticas y hacer denuncia ciudadana. En este caos, la animita que se instala en el lugar donde ocurre la tragedia”.
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