Indignado, frustrado e impotente. Así estaba el técnico de Ñublense, Jaime García, al cierre de esta edición y tras la práctica de fútbol de su plantel en el estadio Nelson Oyarzún de Chillán, en la antesala del duelo con la Universidad Católica.
La intención del entrenador del Rojo era probar su fórmula de cara al estreno ante los cruzados, apostando por el buen juego, la rápida circulación y el fútbol asociado, sin embargo, tanto él como los jugadores, terminaron molestos por el estado en el que estaba el campo de juego del legendario recinto.
“Estoy muy molesto. La cancha está peor que antes. Pasaron dos meses y más y está peor. Es un desastre la cancha. Una vergüenza que esté en estas condiciones. No se podían dar más de tres pases seguidos y no se puede hacer fútbol”, se desahogó García, cuando fue consultado sobre cómo ha visto la oncena que probó para el domingo.
“Imagínate que jugamos el domingo ante la Católica, el mejor equipo del fútbol chileno, queremos hacer buen fútbol y la cancha está hecha un desastre. No sé qué pasa, no sé cómo se le hace mantención, qué se puede hacer, pero varios jugadores se fueron frustrados porque no podían tocar jugadas en un césped así que tiene champas y manchas por todos lados”, agregó el técnico oriundo de Cartagena.
García confesó sentir vergüenza porque el domingo el partido será transmitido para todo Chile y la cancha presentará la peor imagen.
“Da rabia y pena, estamos hablando de la cancha de no cualquier estadio. Es la cancha del estadio Nelson Oyarzún, de la capital regional. Chillán es una ciudad importante y no cualquier ciudad. Hay que hacer algo para mejorar esta cancha, que te insisto, está peor que antes. Está pésima”, sentenció molesto, sin dar mayores luces sobre cuál será la oncena titular y el esquema definitivo que presentará ante el tricampeón del fútbol chileno.
