Señor Director:
La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) publicó los resultados del concurso Fondecyt de Iniciación en Investigación, que busca promover a investigadores jóvenes financiando proyectos. ANID recibió 147 postulaciones en educación, la disciplina con mayor número y menor tasa de adjudicación, concentrando solo el 5,7% del total de proyectos aprobados.
Lo anterior ejemplifica que la investigación en educación es dinámica. Hoy es estimulada y desafiada por la sociedad para generar respuestas a la luz de la pandemia y sus consecuencias en el sistema educativo. No obstante, es irónico no contar con una priorización institucional de recursos para la investigación en educación. Como dato, ninguno de los 63 proyectos seleccionados en los fondos ANID de asignación rápida Covid19 era del área educación.
No es posible abordar los desafíos educativos desde la política sin comprender su complejidad a partir de la investigación básica y aplicada. Sabemos que involucrarse en investigación en terreno plantea preguntas que estimulan la creación de conocimiento más pertinente a la sociedad. Sugerimos pensar otras formas de financiar la investigación en un área prioritaria como la educación. Por ejemplo, apoyar redes de investigadores; crear programas y becas de post-grado en esta disciplina; cambiar modelos de financiamiento de investigadores en educación, y reestructurar la distribución de los fondos existentes, reflejando con ello el dinamismo de las nuevas generaciones de investigadores.
Carolina Cuéllar / Iván Salinas
U. Católica Silva Henríquez Universidad de Chile