Un total de 22 proyectos se presentaron al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región de Ñuble, durante 2023, los que representan una inversión total de US$723,4 millones. La cifra representa una disminución de 33,6% en comparación con 2022, cuando se ingresaron 20 iniciativas por un total de US$ 1.089,6 millones.
Según los datos del SEA, de los US$723,4 millones de inversiones sometidas a evaluación ambiental el año que recién pasó, US$528,9 millones corresponden a proyectos del sector Energía, lo que representa el 73,1% del total. Le siguen el sector inmobiliario, con US$104 millones (14,3%) y la industria manufacturera, con US$78 millones (10,7%).
Los principales proyectos ingresados en 2023, según el monto de la inversión, fueron: Parque Eólico San Carlos (US$241 millones), el proyecto fotovoltaico La Mocha Solar (US$160 millones), Parque Fotovoltaico El Cachudito (US$66 millones), la ampliación de la planta Bimbo de Chillán Viejo (US$50 millones), Loteo San Benito (US$43,8 millones), Loteo Altos del Este (US$30 millones) y la Nueva Subestación Seccionadora Buli (US$18,9 millones).
El escenario de menor inversión en Ñuble está en línea con lo que se observa en la mayoría de las regiones del país, marcado por el menor crecimiento económico en el primer semestre y la incertidumbre que han generado algunas discusiones.
Al respecto, Renato Segura, director de Desarrollo Económico y Productivo de la Municipalidad de Chillán, apuntó a la escasa diversificación. “Es un grave problema que presentan las regiones. Las inversiones en energía, en especial las no tradicionales, son muy poco intensivas en el uso de mano de obra en la etapa de operación. Además, el período de construcción de los parques eólicos es de aproximadamente dos años, cuyo principal gasto está asociado al uso de maquinaria para habilitación de caminos y preparación del terreno, fundaciones y montaje de los equipos e instalaciones eléctricas; una gran parte de la mano de obra especializada es foránea”.
“Lo que aporta a la actividad económica son los sectores productivos que van a usar dicha energía. En particular, inversiones en el sector agroindustrial, que lamentablemente son escasos en la cartera”, continuó.
En ese sentido, manifestó que, “mientras no exista una política de incentivos que contribuya a focalizar las inversiones en las ventajas comparativas de las regiones, será muy difícil lograr la diversificación de la cartera de proyectos que permita avanzar en el desarrollo de otros sectores de la economía, como es el caso de la agroindustria”.
Por su parte, Erick Solo de Zaldívar, seremi de Economía de Ñuble, destacó que los proyectos que obtuvieron su aprobación ambiental en 2023 fueron más que en 2022. “Durante 2023, la inversión de proyectos aprobados fue mayor que durante el 2022, alcanzando los US$247 millones (versus US$240 millones en 2022). Es importante relevar aquellos que fueron aprobados en las distintas instancias, los cuales se materializarán, dinamizarán nuestra economía, traerán desarrollo y generarán empleos”, expresó la autoridad.
Respecto al frenazo de inversiones ingresadas en 2023, Solo de Zaldívar reconoció que “somos conscientes de que nuestra región tiene el potencial de atraer aún más inversiones (…) Nuestro objetivo es atraer mayores inversiones que contribuyan a generar más empleo y promover un mayor desarrollo económico”.