Señor Director:
En la práctica de varias disciplinas existe una intromisión. Otras profesiones o personas sin previa preparación académica desarrollan tareas que, a diferencia de los profesionales que se han preparado para la adecuada realización y ejecución en sus áreas específicas, no reúnen las competencias que se requieren en un proceso formativo y el rigor deontológico que garantiza una buena praxis.
El deporte no está exento a esto y es un área que ha presentado este intrusismo en diferentes disciplinas asociadas. Por ejemplo, desde la psicología (en general y también del deporte) se encuentra el ejercicio del “coaching” como una disciplina en si misma cuando en realidad es una metodología psicológica que pueden ocupar los psicólogos ya que, al ser formado en esta profesión, se pueden ofrecer garantías de formación y competencias requeridas.
Algo similar ocurre con el entrenador deportivo, donde existen carreras de formación y, sin embargo, es posible encontrar personas que entrenan física o deportivamente a otros ya sea en gimnasios, clubes y/o divisiones menores desde otras disciplinas o por el hecho de sentir que tienen las competencias por haber sido ex deportista, por ejemplo.
Por lo tanto, es fundamental actuar desde la ética del ejercicio profesional y desde los usuarios o demandantes de un servicio profesional. Es importante acercarse a profesionales calificados y preparados para lo que se necesita. De lo contrario se pueden ocasionar daños importantes en la salud física y mental de las personas.
Paula Ortiz
Directora Académica Instituto del Deporte y Bienestar UNAB
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