La decisión de la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza, de prohibir el uso de celulares en colegios municipales de la comuna, ha generado diversas reacciones tanto la comunidad educativa como en autoridades de todo el país.
En particular, alcaldes de la región de Ñuble se refirieron al debate sobre la pertinencia de esta medida y su impacto en la educación, entregando sus puntos de vista.
Jorge del Pozo, alcalde de Chillán Viejo, destacó la importancia de la opinión de los directores de los colegios para evaluar cualquier situación que pudiera afectar la calidad de las clases. “Hasta este momento, no hemos tenido informes que indiquen que el uso de los dispositivos y sus aplicaciones estén generando estragos respecto a las clases que se están impartiendo”, comentó del Pozo.
Sin embargo, la autoridad chillanvejana reconoció que cada comuna tiene sus particularidades y que continuarán observando atentamente el comportamiento de su alumnado. “Si algo interfiere y hace que las clases no se puedan entregar con normalidad, evidentemente siempre vamos a tener el pensamiento de tomar medidas como la que Las Condes está realizando en este momento”, agregó el alcalde.
Del Pozo concluyó afirmando que como municipalidad tienen confianza en los apoderados y sus criterios personales frente al tema. “Creemos mucho en nuestros apoderados, y sabemos que ellos también son nuestros aliados en el momento de propiciar que los alumnos vayan a clase y sólo ocupen el teléfono para responder a alguna urgencia, algún llamado familiar y no sea ocupado en clase para redes sociales, por ejemplo”, aseguró.
El alcalde de Ñipas, Nicolás Torres, expresó su desacuerdo con una prohibición total. Reconoce que hay aplicaciones beneficiosas para la educación, así como otras que son perjudiciales y generan distracciones, por lo que considera que la regulación y supervisión del uso de estos dispositivos es más apropiada que restringirlos en su totalidad.
“En los colegios, los profesores deben estar atentos al uso de estos aparatos y fomentar una buena utilización en virtud de mejorar la educación, más que darles libertad en el uso dentro de las propias salas de clase. Con la medida impositiva de llegar y prohibir no estoy muy de acuerdo “, afirmó Torres.
El alcalde de Cobquecura, Julio Fuentes, apoyó la medida de Las Condes, destacando la necesidad de consensuarla con los padres. “Es una medida plausible”, dijo Fuentes, quien tiene experiencia tanto en educación como en la alcaldía. Subrayó la importancia de regular el uso de celulares en el colegio para casos de emergencia y readecuar los hábitos de los estudiantes, mitigando los riesgos del uso excesivo de tecnología. ” Tenemos que tratar de incorporar algunas herramientas para que nuestros papás efectivamente tomen en cuenta muchos riesgos que pueden existir en el uso excesivo de celulares por parte de nuestros niños”, añadió.
La autoridad del municipio mencionó que, además de estar de acuerdo con la medida, piensa que debe ser una norma que se establezca de manera nacional. “Debería ser para todos, creo yo, y estos lineamientos deberían partir del Ministerio de Educación, ya que sería demasiado engorroso el poder efectuar directrices propias en cada uno de los municipios, cuando todos tenemos los mismos derechos y riesgos con nuestros educandos”, sostuvo.
Por su parte, el director del Liceo Bicentenario Técnico Puente Ñuble de San Nicolás, Javier Palma, también entregó su visión frente a la problemática, señalando que considera que la prohibición del uso de celulares es una normativa que debe ser evaluada según el modelo educativo de cada establecimiento. En su institución, por ejemplo, los dispositivos móviles son utilizados como una herramienta pedagógica, gracias al acceso a numerosas plataformas educativas que entregan.
“Hay que apuntar al desarrollo de la autonomía de los estudiantes y que ellos finalmente aprendan a decidir cuándo deben ocuparlo y cuándo no”, aseguró Palma.
La medida comenzó a aplicarse el lunes 8 de julio en la comuna de Las Condes, luego de haber sido probada durante el primer semestre con una marcha blanca. “Nos preocupa enormemente la salud mental de nuestros alumnos, ya que diversos estudios científicos han comprobado el aumento de angustia y comportamiento agresivo con el crecimiento del uso de celulares y las redes sociales en los jóvenes”, fue lo que expresó la alcaldesa Daniela Peñaloza al anunciar la instauración de la normativa.