¿Ñuble está más cerca de Aysén y Los Ríos, o de la Región Metropolitana? Luego de cuatro meses desde que llegó el coronavirus a la región, el intendente, Martín Arrau, es optimista y cauto a la vez.
El territorio ha pasado por altos y bajos, pero a juicio de la autoridad, los últimos números, vistos en perspectiva, son alentadores.
“Si algo dejó claro el coronavirus, es que no se pueden hacer pronósticos, pues dependemos de muchas variables. Sí tenemos algunas certezas que nos han dejado estos meses, como que ciertos hábitos llegaron para quedarse. Por ello, hoy se puede tener un poco más de actividad, pero los casos se mantienen. Tenemos que aprender a convivir con esta enfermedad, y esto implica que la población lo entienda”, afirmó.
Según Arrau, “puede sonar raro, pero nos sirvió ser los primeros en tener un brote potente, ser de las primeras comunas con cuarentena, porque se demostró que en Ñuble se hace la pega. Hoy somos una de las cinco regiones con 100% de trazabilidad, tenemos el 40% de las camas de la red asistencial desocupadas, el 60% de los ventiladores desocupados y nos siguen llegando, porque hemos fortalecido la red asistencial. Somos también la primera región del país que está trabajando activamente con aguas servidas, y la única región que está con telemedicina para los ventiladores mecánicos. Se ha hecho la pega, y si bien hay días en que nos asustamos por los índices altos, nuestra preocupación es cómo fortalecemos estos nuevos hábitos y cómo podemos pasar a la siguiente etapa, con un problema subyacente, como es la desaceleración económica.
– ¿A qué se debe la fluctuación en las cifras de contagios, que de un día a otro pasan de 90 a 10 ó viceversa?
– Nos juega en contra el hecho que en las crisis, en general, se utiliza mucho el estilo reality, en que se van mostrando las cifras en vivo. Entiendo el rol de los medios, pero en las cifras epidemiológicas hay que tener mucho cuidado, los datos de un día son puntuales, y hay que mirarlos siempre con perspectiva semanal, ver la tendencia, y en eso, los técnicos, los científicos y las universidades han hecho un tremendo aporte. Hay variación diaria porque todos los días se toma una cantidad diferente de exámenes PCR. Hay días que hacemos campañas de búsqueda activa, en que testeamos a gran cantidad de personas y tenemos poca positividad; y otros, en que le damos el palo al gato, y subimos al 10% o al 15% de positividad. Solo en el Servicio de Salud llevamos más de mil exámenes de búsqueda activa. También hay días en que quedan acumulados exámenes PCR y se procesan al día siguiente. Hoy estamos con muy pocos exámenes PCR de un día para otro, pero insisto, hay que ver los promedios semanales. Yo trabajo con promedios de los últimos 14 días, los que han andando bastante bien y marcan tendencia.
– ¿Estaría descartado en el corto plazo volver a una cuarentena en Chillán?
– No lo vemos, la tendencia no va para allá. Pero basta un descuido, basta recordar el caso cero del gimnasio, y podríamos retroceder. Seguimos caminando por un hielo muy delgado, por eso pido prudencia a la población.
– ¿El hecho de no haber tenido una cuarentena tan extendida ha ayudado a que la desaceleración económica no sea tan marcada como en otras regiones?
– Sin duda la cuarentena es más brutal, porque nadie puede trabajar salvo ciertas excepciones. Hoy es al revés, y hay rubros que han sido más duramente golpeados. Yo hago mucha calle, y he sentido el pulso. Por ejemplo, la agricultura se ha visto mínimamente afectada; la construcción, en general, está funcionando, pero otros sectores como la estética, turismo o transporte público, entre otros, lo están pasando muy mal. Estamos trabajando en cómo apoyar a estos grupos.
– ¿Qué evaluación hacen de la restricción vehicular, medida que no fue bien recibida por la ciudadanía?
– No es nuestro estilo esperar instrucciones y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvar vidas e influir en parámetros como la movilidad. No estamos en un concurso de popularidad, y el equipo técnico evaluó que sí hubo reducción de movilidad, sobre todo, los fines de semana. Para propiciar el empleo decidimos levantar la medida los días de semana, y estamos evaluando su aplicación en otras comunas.
– ¿Cómo han operado las medidas reactivadoras en la región, específicamente el Fogape?
– A nivel nacional, un 85% de las solicitudes ha sido aceptada. En Ñuble, el número de operaciones al 22 de julio alcanzaba las 2.862. Debemos ayudar a esta capacidad productiva a no cerrar, porque si una fábrica cierra, volver a abrir tiene un costo enorme.
– La pandemia justo nos pilló en pleno proceso de construcción de nuestra primera Estrategia Regional de Desarrollo (ERD). ¿En qué etapa está el proceso? ¿Sufrió cambios a raíz de la pandemia?
– Está lista, se expuso ante el Consejo Regional, y el lunes se desarrollará una sesión extraordinaria en la que se debería aprobar. No creo que deba modificarse, pues las necesidades de Ñuble que levantamos desde que éramos Delegación se mantienen: déficit de formación de capital humano, falta de conectividad, salud. Llegaremos a fin de año con nueve construcciones en salud, además del hospital regional; antes del coronavirus veníamos con proyectos de complejización de camas, y además, se han inyectado recursos, por lo que saldremos fortalecidos. En general, estamos avanzando en ejes que con o sin crisis, hay que ejecutar. En cierta forma, la pandemia nos ayudó a focalizarnos en proyectos serios y pertinentes.
Crisis oficialista
– Las autoridades que quieran postular al congreso deberán renunciar en noviembre próximo. ¿Lo hará?
– No hay un minuto para distraerme en otras cosas. Estoy 24/7 tratando de hacer la pega, y hoy estamos en modo coronavirus. Después vendrá el modo plebiscito, y no sabemos qué vendrá entremedio. Nos estamos haciendo cargo de las complicaciones que le fueron cayendo a Ñuble por las circunstancias, lo que no se ha hecho y el coronavirus, y la política de la cosa chica ha ido quedando de lado. Estoy 100% dedicado a la Intendencia.
– ¿Han sentido a nivel local la crisis que está viviendo actualmente el gobierno y el oficialismo?
– Sin duda el gobierno está pasando por momentos duros, luego de la aprobación del 10% y todo lo que conocemos. Pero esto tiene que ver también con el mundo político en general, carencia de proyectos, de seriedad, y lo podemos ver cuando los parlamentarios corren con capa por el congreso. Esto hace que todos tengamos que ser mucho más críticos, y uno está consciente de eso, y debe hacerse cargo. Pero a la vez. tenemos la suerte de ser una región chica, nueva, que tiene la capacidad de aislarse de las cosas negativas. Nos hemos hecho cargo de lo urgente, y eso habla de una capacidad de nuestros dirigentes.
– Dos municipios oficialistas han sido golpeados también, como Chillán con el caso Led y San Carlos, con la remoción de su alcalde. ¿Eso resiente aún más al bloque?
– Sin duda, pero hay presunción de inocencia. En términos generales, los problemas de probidad alejan a las personas de la política, y efectivamente, es necesario derribar barreras de entrada y que las personas participen con altura de mira y no destructivamente. Nos falta tener un debate de ideas.