Señor Director:
Las Redes Sociales parecían una buena herramienta de comunicación, pero se han convertido en convidados de piedra de la vida familiar y eficientes difusoras de fake news.
La plataforma Instagram, muy consumida por nuestra juventud, no tiene filtros a la hora de mostrar videos de accidentes mortales, agresiones, cacerías en la vida salvaje, idiotas lanzándose al vacío. Videos que deberían ser censurados por los contenidos sensibles y violentos que difunden. Citando a Bandura, se corre el riesgo de que el aprendizaje social de las nuevas generaciones sea tortuoso y agresivo.
Arthur Badilla Quiroz Profesor de Historia