La tasa de informalidad laboral en la región de Ñuble alcanzó un 35,9% en el trimestre julio-septiembre, según reveló ayer el INE, lo que representa un aumento de 3,5 puntos respecto a igual periodo de 2021, en que la tasa se ubicó en 32,4%; así como también es un alza de 1,6 puntos en comparación con el trimestre móvil anterior (junio-agosto).
El guarismo de Ñuble es el segundo más alto del país, después de Arica, que alcanzó un 36,6%, y muy por encima del promedio nacional de 27,1%.
Se trata, además, de la tasa más alta en la región desde el trimestre octubre-diciembre de 2019.
Según rama de actividad, de los 73 mil 320 informales que hay en la región, 21,9% se desempeñan en la agricultura, 13,8% en el comercio, 13,0% en la construcción, 10,8% en el servicio doméstico, 9,7% en la industria manufacturera y 6,7% en gastronomía y turismo, entre otras.
En 12 meses, el número de informales creció 11,4%, equivalente a 7.516 personas, incidido por las mujeres (subieron 22,4%) como por los hombres (4,4%). De esta forma, la tasa femenina se situó en 37,9%, y la masculina, en 34,6%.
Por tramo de edad, el aumento de 20,6% de los informales de 35-54 años fue la principal incidencia en el aumento total. La tasa más alta se registró en 55 y más años, con 40,2%, aunque registró una caída de 2,2 puntos; seguido por el tramo de 15-34 años (35,7%), que subió 5,3 puntos.
Incentivos a la formalización
Sofía Sánchez, analista cualitativa del Observatorio Laboral del Sence de Ñuble y la FACE UBB, explicó que “la informalidad laboral, según la OIT, se caracteriza por incidir directamente en el aumento de la tasa de pobreza”.
Añadió que “ciertos sectores son atractivos para operar desde la informalidad, y las causas según levantamientos de información son variadas, ya que algunas son de tipo coyuntural, es decir, obedecen al contexto económico-social actual, mientras que también están las históricas, relacionadas al modelo económico imperante”.
Sánchez planteó que, “de acuerdo a estudios realizados, se requiere transitar a modificaciones dentro del sistema actual del mercado del trabajo y hacerlo de la mano con las instituciones que se dedican a incentivar la formalidad”.
Por su parte, la seremi del Trabajo, Natalia Lépez, reconoció el alza, principalmente femenina, “pero aún así, el aumento de mujeres ocupadas ha sido mayor, y ese es un trabajo progresivo que estamos tomando como cartera, principalmente porque hoy estamos dando incentivos para incorporar a las mujeres en el mundo laboral de la mano de formalidad”.
Destacó la mesa en materia de conciliación del trabajo y la familia. “Las mujeres desertan o se van a la informalidad precisamente porque no cuentan con redes de apoyo en torno al cuidado de la familia”, argumentó.
Lépez recordó, además, algunos incentivos del plan Chile Apoya, como el subsidio Protege y el IFE Laboral, cuya continuidad está considerada en el Presupuesto 2023.
