Señor Director:
El reciente brote de influenza ha generado un amplio debate acerca de la cobertura de la vacunación. Para contextualizar hay que señalar que la cepa predominante en los contagios (con un 78% en el último informe del ISP) es la influenza A (H3N2), cepa que está incluida en la formulación de la vacuna estacional administrada.
Un artículo reportó la eficacia de la vacuna en el pasado invierno europeo (septiembre de 2023 a enero de 2024). Esta fue de un 30-35% en contextos de atención primaria y de un 13-14% en atenciones hospitalarias, donde se atienden los pacientes con cuadros más graves. Como comparación, la vacuna contra el SARS-CoV-2 de Pfizer tenía una eficacia cercana al 90%.
El virus de la influenza H3N2 se ha asociado a una mayor tasa de hospitalizaciones y muertes que otras cepas en brotes anteriores en Estados Unidos, y se ha reportado que posee una mayor capacidad de evasión del sistema inmune, incluso generando un estado de susceptibilidad permanente al contagio.
Aunque la vacunación puede ayudar al control del actual brote, la evidencia sugiere un efecto marginal, que debe ser complementado por otras estrategias preventivas como el uso de mascarillas o el lavado de manos.
Dr. Daniel A. Bórquez
Centro de Investigación Biomédica UDP