Señor Director:
En esta temporada aumentan los factores de riesgo relacionados con las patologías del sistema respiratorio como faringoamigdalitis, laringitis, síndrome obstructivo bronquial y neumonías, además de exacerbar crisis en población crónica asmática y en aquellos que padecen enfermedad obstructiva crónica.
Estos factores predisponentes son, entre otros, el descenso en la temperatura, el aumento de la humedad ambiental, el incremento de material particulado debido a la emisión de las estufas (leña y parafina) y chimeneas (leña), aumento de la circulación de virus estacionarios como virus sincicial, influenza, parainfluenza, rinovirus y adenovirus, entre otros, además del incremento de la circulación de agentes bacterianos. Asimismo, influye la tendencia al hacinamiento intradomiciliario.
El confinamiento, dadas las cuarentenas, tiene un doble efecto, ya que protege de la transmisión de gérmenes patógenos como las bacterias y los virus y por otro lado aumenta el hacinamiento.
Para prevenir el impacto de estos factores de riesgo, las familias deben tomar precaciones: usar calefacción limpia (gas, electricidad, leña “seca” y parafina controlada); preocuparse de la ventilación y saneamiento diario de las casas; y evitar la actividad física y ejercicios al aire libre en momentos de alta polución en el aire.
Eduardo Mellado Quintana
Académico de Kinesiología, Universidad San Sebastián