Señor Director:
El actual debate respecto a la difusión y entendimiento de los temas ambientales de la nueva propuesta constitucional debiese poner al centro de la discusión la mirada infantil de la naturaleza y cómo nos hacemos cargo de las representaciones de Chile y las formas de habitar el territorio que tiene la infancia. Será nuestro deber ético conversar y escuchar. Ya que, es muy cierto que no escuchamos para entender lo que dicen los niños y niñas, escuchamos única y exclusivamente para responderles. El mundo infantil no solo necesita respuestas, requiere, además, de entendimiento del porqué dicen lo que dicen o la raíz de sus preguntas, y desde esa base empática trabajar en la descomposición conceptual de las grandes ideas que implican la comprensión humana de los temas ambientales tales como: justicia, naturaleza, derechos y sociedad que están en el corazón de esta nueva carta constitucional. Son las ideas previas y preconcepciones de los fenómenos sociales, económico y ambientales que nos darán las pistas de cómo este mundo infantil -casi siempre- olvidado tiene opinión y lo quieran o no, un voto tácito en el devenir político de este país.
Felipe Kong
Académico de la Facultad de Educación UDP