Con un inesperado humor negro, Gloria Moraga dice que “ahora, para el 19 de octubre estoy de aniversario de ojo”.
Esto, porque Gloria perdió uno de sus ojos cuando se encontraba bajando las escalinatas que conectan el terraplén de la intendencia con su explanada, en medio de un grupo de carabineros que se habían convocado en el lugar, durante las manifestaciones concitadas tras el estallido social generado desde el 18 de octubre del año pasado.
Este es uno de los casos que acogió el Instituto de Derechos Humanos de Ñuble para, posteriormente presentar una querella en contra de Carabineros, a quien le imputan haber disparado el balín que impactó en el globo ocular de la mujer de 60 años.
Tras ser llevada a Urgencias, se le informó que había perdido su órgano totalmente.
Mientras, hay versiones que plantean la hipótesis de una pedrada lanzada desde donde había un grupo de manifestantes, tesis que algunos medios de comunicación respaldaron con la exhibición de un video (publicado en biobio.cl), del momento preciso en que se advierte un elemento contundente similar a una piedra cayendo hacia donde se encontraba la víctima y el momento en que Gloria Moraga cae tras recibir el impacto.
Sin embargo, para la afectada nunca hubo dudas que lo que la golpeó fue un proyectil disparado por Carabineros.
Pese a lo anterior, y a casi un año de ese incidente, Gloria dice que “hasta el momento, lo que se me ha informado por parte de la Fiscalía es que todavía no llegan los peritajes que se encargaron a Santiago. Me hablaron de un frasco en el que supuestamente había elementos que demostrarían con qué fue lo que me pegaron”.
Hasta fin del año pasado, la cantidad de querellas ingresadas al Instituto de Derechos Humanos de la región de Ñuble totalizaban 33, todas en contra de Carabineros por uso excesivo de la fuerza y abusos policiales.
Tal como sucede con el caso de Gloria Moraga, tal vez el más emblemático de Ñuble, ninguna de estas causas han llegado a judicializarse, por lo que hasta el momento no hay funcionarios de Carabineros formalizados a raíz de una querella presentada por el INDH.
Hoy, a esas 33 querellas iniciales, se deben sumar otras siete, que ingresaron al Instituto, “a partir del pasado 5 de octubre, por lo tanto son 40 las querellas que hemos presentado en contra de Carabineros”, explicó Daniel Concha, director regional de la entidad.
El director añadió que “no se habían presentado antes aunque sí se habían presentado como denuncias en el Ministerio Público, como violencia institucional, pero ahora, esas personas se pusieron en contacto con el Instituto, estudiamos sus casos y se consideró que sí había fundamentos para tramitar las respectivas querellas”.
Respecto al tenor de éstas, Concha precisó que “hay algunas por golpes en la cabeza, tenemos una por fractura nasal, otro caso de un joven que recibió impacto de perdigones y la de un menor que habría sido objeto de malos tratos al interior de un calabozo de Carabineros. Pero sin duda, la causa más conocida de las que tenemos es la de la señora Gloria, y estamos a la espera de los resultados de los peritajes encargados por el Ministerio Público que es la entidad que tiene a cargo esta investigación”.
De ellas, según Concha, hay algunas más avanzadas que otras, y solo una persona dentro de los 40 denunciantes, habría presentado formalmente su intención de no perseverar en la causa.
Consultado el Ministerio Público, respecto a la causa de Gloria Moraga, desde la unidad de comunicaciones informaron que “estaba en etapa de investigación y a la espera del resultado de un peritaje”.
La fiscal Tamara Cuello es quien tiene a cargo la investigación.
Agresión a menor
Otro de los casos dramáticos que se hicieron públicos, ocurrió en San Carlos y habría afectado a un manifestante de 17 años, la que posteriormente se transformó en una de las querellas presentadas por el INDH ante el Ministerio Público.
Los hechos sucedieron el 12 de noviembre, cuando un grupo de personas se manifestaban en el frontis del municipio de San Carlos, acto que siguió cuando el exalcalde de la comuna, Hugo Gebrie, apareció para ingresar al edificio municipal, lo que fue impedido por los manifestantes, quienes bloquearon el paso. Alrededor de las 15:00 horas apareció personal de Fuerzas Especiales desde Chillán, resguardando al jefe comunal.
“Solo me paré al igual que todos frente al auto y sin siquiera darme cuenta un carabinero me pegó un lumazo en toda mi cara que me dejó la cara rota y con mucho dolor. Después de eso, entre tres carabineros me tomaron y me llevaron detrás de la estatua que tiene un espacio escondido, me retuvieron ahí mientras me pegaban. Ahí no existía visibilidad para afuera y se aprovecharon de la circunstancia para pegarme, agarrarme del cuello contra la pared, doblarme las manos, torcerme los dedos, doblarme los brazos de forma desproporcionada. Me pusieron un golpe en las costillas. Luego me subieron a la micro y los carabineros estaban agrediendo con golpes de puño a dos personas. Recuerdo el nombre de un cabo que nos agredió y era el cabo Urra. Arriba de la micro me golpearon con las rodilleras de plástico que llevan los carabineros y al estar todos en la micro los carabineros se retiraron los nombres de forma que no pude identificar los nombres de los demás”, dice su relato.
“Chillán no es Santiago”
Gloria Moraga no ha vuelto a trabajar de manera formal desde el incidente que la hizo perder su globo ocular.
“Actualmente he estado trabajando con un emprendimiento que me hice, estoy vendiendo masas, empanadas y ese tipo de cosas. Hasta antes del 18 de septiembre estaba todo marchando bien, pero ahora la cosa se está poniendo difícil y mis entradas económicas mermaron mucho. Afortunadamente, tengo el apoyo de mi familia”, comentó.
Gloria, además, se encuentra realizando sus trámites para pensionarse, “y también quiero ver si puedo presentar mi pensión por invalidez, pero para eso necesito poder acreditar la pérdida del ojo, que es un trámite en el que se requiere un carné de discapacidad, que si bien lo entrega el Conpin, Fiscalía tiene injerencia en eso, porque ellos son quienes deben certificar que yo estoy lesionada con un cuarto de mi capacidad”, agregó.
De todas formas, ha tratado de seguir su vida de manera autovalente y, precisamente, ayer estaba realizando trámites personales en la intendencia, lugar al que- asegura- pretendía volver para la conmemoración del primero año del “18-O”, (marcha que se realizó la tarde de ayer).
“Por su puesto que me voy a manifestar”, dice, y en tono crítico agrega que “ahora estoy viendo el centro lleno de carabineros, lleno de militares. ¿Pero por qué no dejan manifestarse a los cabros, tranquilos?”, plantea.
A su manera de ver, “Chillán no es ni un pelo de Santiago, aquí las marchas son pacíficas, muchas veces vienen familias completas, con niños, entonces las fuerzas policiales y militares deberían pensar primero. No se necesita tanto refuerzo, tanta presencia de policías resulta más agresivo y eso es una provocación a los jóvenes que se vienen a manifestar en forma pacífica”, añadió.
Respeto a protocolos
Paralelamente, el director del INDH Ñuble citó a su director nacional, Sergio Micco, y plantea que “lo que nosotros esperamos es que en adelante, Carabineros respete sus protocolos y , aquí, específicamente en esta región, en las últimas manifestaciones, Carabineros lo ha estado haciendo”.
Finalmente, advirtió que “de todas maneras, nosotros vamos a estar observando y vamos a estar atentos a las llamadas telefónicas de cualquier persona que sienta que sus derechos han sido vulnerados”.
Consultado Carabineros si se realizaría un plan de contingencia relativa a las manifestaciones, a través del canal de comunicaciones explicaron que solo se realizarían los servicios fortalecidos que se toman todos los fines de semanas, debido a las restricciones sanitarias y vehiculares que rigen en la intercomuna Chillán-Chillán Viejo.