Señor Director:
La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo preocupante. Según cifras oficiales, en el mundo una de cada tres mu–
jeres sufre algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los Derechos Humanos más extendidas, persisten–
tes y devastadoras del mundo actual, delito que muchas veces goza de una invisibilización social, lo que se suma a la
impunidad de la cual disfrutan los perpetradores y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que lastimosamente
sufren las víctimas.
Aunque algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, como es el caso de aquellas que se identifican
como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex; las migrantes y refugiadas; las de pueblos indígenas o minorías
étnicas; o mujeres y niñas que viven con el VIH, discapacidades o en constantes crisis humanitarias, hay que ser enfá–
ticos en asegurar que, independientemente de la condición de la víctima, la violencia contra la mujer es inaceptable
y sigue siendo un obstáculo para alcanzar la igualdad, el desarrollo y la paz, al igual que el respeto de los Derechos
Humanos de mujeres y niñas.
Es fundamental, en consecuencia, tomar acciones concretas que no solo ayuden a visibilizar esta situación, sino que
derechamente logren terminar con el siempre injustificable maltrato contra nuestras mujeres y niñas.
Harry Grayde K.
Director ejecutivo de World Vision