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Señor Director:
El Día Internacional de la Energía Limpia, celebrado el 26 de enero, destaca la necesidad urgente de transitar hacia fuentes de energía más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En este contexto, surge un desafío crucial: formar técnicos y profesionales capacitados que impulsen la transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible.
La creciente conciencia sobre el cambio climático y la degradación ambiental ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar fuentes de energía renovable y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Este cambio hacia la energía limpia no solo requiere inversiones en tecnologías innovadoras, sino también en capital humano altamente capacitado que pueda diseñar, implementar y mantener estas soluciones.
La formación de técnicos y profesionales especializados en energías renovables y tecnologías limpias se presenta como un pilar fundamental para abordar este desafío. Los Institutos profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica (CFT), en colaboración con la industria y el sector gubernamental, desempeñan un papel crucial en el desarrollo de programas de estudio que preparen a los estudiantes para enfrentar los complejos desafíos de la transición energética.
En consecuencia, es esencial fomentar la interdisciplinariedad en la formación, brindando a los estudiantes conocimientos en áreas como la ingeniería, la gestión ambiental, la economía sostenible y la tecnología de la información.
Además, se deben ofrecer oportunidades para la participación práctica, como pasantías y proyectos de investigación, para que los estudiantes adquieran experiencia directa en el campo de la energía limpia, clave para el futuro del mundo.
Carlos Sainz
Consejero de Vertebral
Director ejecutivo de CEDUC UCN