En 2016, la pareja conformada por Gloria Muñoz y Francisco Guajardo se atrevió a dar el paso de constituir su primera empresa con foco en un cultivo poco convencional en nuestro país: la castaña. El consumo de este fruto en Chile no está extendido, a diferencia de otros países como España e Italia.
Se puede decir que la castaña los unió. Sus familias tenían castañas para consumo familiar, y crecieron familiarizándose con este árbol que da un erizo que dentro contiene un fruto rico vitaminas y aceites saludables que se debe consumir cocido.
Gloria cuenta que siempre le ha gustado la castaña, y que se dio la casualidad de que conoció a Francisco, quien también es conocedor de castañas. “Se nos ocurrió crear la empresa Chileorganic para darle un plus a lo que era el producto de la castaña. Se comercializaba la castaña, pero el valor agregado no existía. Estaba menospreciada la producción, el sacrificio de recoger la castaña y tampoco se le entregaban mayores cuidados al castaño”, cuenta Gloria sobre las motivaciones que los impulsaron a comenzar en el negocio de las castañas.
Chileorganic produce castañas en el sector de Trehualemu, comuna de El Carmen, y además, compra castañas a otros productores de la zona con el objetivo de conseguir volumen para exportación, que envían a mercados europeos de excelencia. Cuenta Gloria que “para nosotros fue un logro bien grande cuando llegamos a exportar, porque es bastante trámite para llegar a eso, pasando por todas las barreras que te exigen para llegar a exportar. Nuestro mercado principal es Europa y estamos llegando mayormente a Italia. Hemos mandado muestras a otros países para llegar a más lugares, pero son cosas de más a largo plazo”.
“Nosotros sabemos que lo que producimos es orgánico, tenemos certificación Global Gap y este año en abril podemos comenzar los trámites para certificarnos orgánicos. Es lo que aspiramos con nuestra producción y la de nuestros asociados, que también puedan llegar a certificarse, porque les va a significar una mayor retribución económica”, comenta Gloria.
En Chileorganic se preocupan de tener la más alta calidad en castañas. “Si yo digo que esta fruta cumple ciertos parámetros, hay que demostrarlo”, comenta Francisco acerca de la importancia de certificarse. “Desde el 2017 que empezamos a certificarnos, no recuerdo que haya aparecido alguna traza de elemento residual en la fruta. Nunca se le ha adicionado un producto químico, el árbol no lo necesita. El castaño lo que necesita es sol y agua, nada más. Lo otro lo busca él solo en la tierra”.
Planta de acopio y proceso
El 2019 postularon a un Programa de Desarrollo de Inversión de Corfo (DEIN), en el que quedaron en lista de espera. Volvieron a postular el 2020 junto a Fedefruta y lograron adjudicarse el proyecto.
“Para nosotros fue muy importante llegar a Fedefruta. Habíamos trabajado con otros agentes operadores, pero en Fedefruta nos encontramos con gente muy responsable, tienen de alguna forma grabado en su ADN, y les importa que funcionen las cosas para las personas, para la gente que está buscando ir creciendo con lo que está emprendiendo”, sostiene Gloria.
Gracias al cofinanciamiento pudieron instalar en marzo una planta de acopio y proceso con cinco contenedores con capacidad de 30 toneladas cada uno. Esperan estar funcionando en su totalidad este mes.
Con respecto al camino recorrido, Francisco señala que “todas las experiencias te enseñan. Cuando uno no se adjudica proyectos, hay una experiencia detrás que te dice evalúa más, no pongas todos los huevos en la misma canasta, ve diferentes fuentes de financiamiento. Y no perder nunca el norte, la esencia de tu negocio, la energía de tu negocio, de por qué quieres eso”.
Dentro de los próximos objetivos de Chileorganic se encuentra el procesamiento de la castaña, con el fin de diversificar, darle un valor agregado y generar otros productos, desde este territorio en el centro-sur de Chile.