Señor Director:
Muchos padres esperaban con ansias la vuelta a clases presenciales, eso no es ningún secreto, y es que no es fácil contar con alguien que pueda cuidar de los niños mientras los tutores trabajan fuera de casa. Siendo una de las mayores inquietudes la supervisión frente a la cantidad de horas que pasan con pantallas, las que muchas veces los distraen de sus labores escolares. Sin embargo, no todo es tan malo, dado que, gracias a ellas, los niños pueden trabajar el pensamiento computacional que está muy relacionado con el pensamiento matemático, lógico y abstracto.
El problema no es que pasen tiempo frente a una pantalla, sino más bien, cuánto de ese tiempo es considerado productivo y qué aplicaciones o plataformas utilizan, porque sí, la tecnología da para mucho. Si elegimos la plataforma adecuada, que se adapte a su idioma a través de la programación pueden aprender a descomponer problemas, analizar y optimizar las soluciones o modelizar, competencias básicas para la resolución de problemas. Se enfrentan por sí mismos a la tarea de aprender una materia que habitualmente no han visto en el colegio. Se ponen pues en marcha dos competencias fundamentales para los ciudadanos de este siglo: el aprendizaje autónomo y el pensamiento computacional.
Javier Arroyo
Co fundador de Smartick.com