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Como una noticia positiva que superó las estimaciones del mercado fue calificado por distintos actores el Imacec de enero, que registró un alza interanual de 2,5%, según informó el Banco Central.
El resultado estuvo explicado por la expansión de la totalidad de los sectores, destacando como principal incidencia el crecimiento de resto de bienes de 5,2%, debido al mayor valor agregado de la generación eléctrica. Por su parte, los servicios aumentaron en 1,9%, explicado por los servicios personales y el transporte. En tanto, destaca la recuperación del comercio, que luego de 20 meses en terreno negativo vuelve a crecer (3,7%) —explicado principalmente por el comercio mayorista, donde destacaron las ventas de alimentos y maquinaria y equipos— y retoma niveles de actividad de tendencia pre pandemia. Asimismo, la industria manufacturera y la minería presentaron aumentos de 3,6% y 1,9%, respectivamente.
En ese sentido, la sorpresa del Imacec en enero, que, de hecho, es la variación más alta desde junio de 2022, viene a confirmar algunos datos sectoriales del INE, con lo que se dice que 2024 comienza bien encaminado.
El resultado, como era de esperarse, fue aplaudido por el gobierno, de hecho, el presidente de la República, Gabriel Boric, comenzó sus actividades con una mención a este guarismo, augurando una recuperación del empleo, aunque ese efecto aún está distante, toda vez que las tasas de inversión todavía no se recuperan.
Luego del también sorpresivo Imacec de diciembre, que mostró un retroceso de 1,0%, el resultado de enero es leído por el gobierno como la confirmación de una recuperación en marcha. Según el ministro de Hacienda, Mario Marcel, la caída del 1,0% en diciembre sería “una excepción dentro de una trayectoria de recuperación que ya se inició desde mediados de 2023”.
El secretario de Estado, en su rol más político que de economista, fue más allá, pues imbuido de optimismo, sentenció que las proyecciones de crecimiento para la economía chilena este 2024 están precisamente en torno al 2,5%.
En ese sentido, conviene recordar que las proyecciones de crecimiento del PIB para 2024, por parte del Banco Central, apuntan a un rango entre 1,25% y 2,25%; mientras que, el Banco Mundial cifra su proyección en un 1,8%, muy por debajo del 2,3% promedio para América Latina.
Lamentablemente, el optimismo todavía no se respira en Ñuble, donde los indicadores sectoriales, como las ventas de supermercados y el turismo registraron variaciones interanuales negativas en enero, aunque el sector eléctrico no decae y se esperan mejores resultados para las exportaciones.
Es de esperar que, así como algunos indicadores macro comienzan a mostrar números azules, también se reactive la inversión, una variable determinante en una región con un problema severo de desempleo. Más que celebrar el Imacec, los ñublensinos esperan celebrar que encontraron un trabajo o que se cambiaron a un empleo mejor, pero para que ocurra eso es fundamental ofrecer certezas, y en ningún caso, sumar más obstáculos burocráticos para los inversionistas.