Señor Director:
Como asidua lectora de nuestro diario regional, La Discusión, el día domingo reciente pasado, en la página 14 hay una columna
de opinión del señor Fernando Bórquez que dice relación a la opiniones vertidas por diferentes personas y también de la autoridad,
respecto a la necesidad de cambios a la regulación hoy existente en materia de plantaciones de monocultivos de pinos y eucaliptos,
que mucho tienen que ver con el desastre vivido en los últimos días en distintas regiones del país y particularmente en la nuestra, a
quienes trata de “ignorantes”, arrogándose para sí la verdad absoluta.
Según sus palabras, en la década de los 50 se implementó la idea que los terrenos no arables fueran plantados con monocultivos,
pero a la luz de los hechos esa idea fue más allá de lo recomendable. Es así como se han utilizado terrenos de alta riqueza productiva
para estos efectos. Sin ir tan lejos, en nuestra comuna de Chillán, por ejemplo, el fundo Los Cristales, ubicado camino a Confluencia, fue
premiado por Indap hace varios años por su alto rendimiento de quintales de trigo por hectárea; luego, una buena parte de su superficie
fue plantada con pinos y eucaliptos, la que en los últimos incendios también fue alcanzado por las llamas; y otra parte recientemente
fue parcelada para vivienda, sólo por dar un ejemplo.
Hoy, cuando el hombre ha depredado la naturaleza en nombre del desarrollo económico, muchas voces se levantan para legislar en
esta materia, ambientalistas, agricultores, autoridades, profesionales, parlamentarios, gente con sentido común, que no pueden ser tra-
tados de esta manera, porque cuando los adjetivos calificativos “salen al ruedo” es cuando los verdaderos argumentos no se tienen.
Mª Eugenia Uribe Casanueva
