Con la presencia de representantes de las diversas comunidades educativas, parroquias y movimientos, la Diócesis San Bartolomé de Chillán realizó la apertura del proceso sinodal convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
La actividad se llevó a cabo en la Catedral de Chillán y fue encabezada por el obispo Sergio Pérez de Arce, quien explicó que desde ahora la iglesia local comenzará un camino de escucha a través de asambleas parroquiales, encuentros y una gran consulta en la eucaristía de este próximo 5 de diciembre en donde todos los presentes en la misa, podrán dar su opinión “respecto a la iglesia que queremos”.
“Esta iglesia fue invitada a hacer un proceso sinodal. La iglesia siempre tiene sínodos, la diferencia es que este Sínodo del 2023 será antecedido por un proceso sinodal, de un tiempo en cada diócesis para dialogar, para escucharnos, para buscar nuestra conversión porque hemos pecado, porque tenemos fragilidades, porque hemos fallado, porque tenemos mucho que cambiar y necesitamos discernir juntos respecto de lo que Dios quiere de nuestra iglesia y de nuestra historia”, indicó el obispo.
El obispo de Chillán precisó que “vamos a invitar a asambleas parroquiales, de movimientos y de colegios para que las personas puedan aportar su mirada. Vamos a pedir a las parroquias, movimientos y colegios que se encuentren con grupos alejados de la iglesia para saber qué esperan de nosotros. Tendremos un momento de reflexión también en la eucaristía del 5 de diciembre. Con todo esto llegaremos a nuestra Asamblea Diocesana que será en marzo del 2022”.
Sandra Fuentes, de la comunidad cristiana del sector de Millauquen de San Carlos, dijo que “esto de la escucha lleva varios años conformándose y es una esperanza que tiene el pueblo de Dios para mejorar lo que estamos viviendo y para ser cada día mejores cristianos”.
Daniel Almonte, rector del Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado de Chillán, dijo que “sin duda para todo el Pueblo de Dios, comunidades religiosas, colegios, movimientos, es una invitación a un espacio de discernimiento, a la participación y construcción de nuestra iglesia”.
Julia Rebolledo, del movimiento Schoenstatt, añadió que “esta invitación es un modo de poder hacernos presente y aportar desde nuestro movimiento al Sínodo, tenemos que agradecer que el Papa nos haya invitado a todos. Muchos de nuestros miembros ya han estado participando de encuentros. Estamos atentos a participar porque este es el momento de actuar”.
