Empresas Iansa ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región de Ñuble el proyecto “Conversión de carbón a biomasa planta Ñuble Iansagro S.A.”, que como su nombre lo indica, tiene como objetivo realizar un recambio tecnológico de las calderas a carbón 1 y 2 de la planta Cocharcas.
Según se indica en la declaración de impacto ambiental (DIA), ingresada el 18 de marzo, este recambio consiste en instalar una caldera a biomasa que reemplazará a las calderas existentes, permitiendo reducir las emisiones atmosféricas de óxido de azufre (Sox) asociadas a la operación de estas fuentes fijas.
El proyecto considera operar las nuevas calderas utilizando biomasa no tratada químicamente como combustible principal.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Las calderas 1 y 2 existentes serán desconectadas de la planta de proceso de Iansa Ñuble y permanecerán en el establecimiento.
Se destaca que, las modificaciones requeridas se circunscriben a la planta de energía y no se modifica el proceso productivo, no aumenta la capacidad productiva nominal de la planta de procesos y/o sus procesos secundarios, anexos o de apoyo.
La DIA precisa, además, que se considera una inversión total de 18 millones de dólares, es decir, 14.400 millones de pesos.
De obtener la resolución de calificación ambiental en los tiempos previstos, se estima el inicio de la ejecución para el 30 de septiembre, faenas que se extenderán por 24 meses, durante los cuales se demandará una mano de obra promedio de 100 trabajadores, con un peak de 120.
De esta manera, la nueva caldera debiera comenzar a operar en octubre de 2024.
Desde la empresa declinaron referirse al proyecto para evitar ejercer una presión indebida en la institucionalidad medioambiental.
Caldera
La caldera de biomasa producirá vapor a razón de 70 toneladas por hora, consumiendo 31 toneladas por hora de biomasas de origen forestal.
El vapor generado en la caldera de biomasa es utilizado para generar energía eléctrica y para suministro de energía térmica del proceso, por lo cual el condensado retorna al estanque de agua para reiniciar el ciclo térmico.
En resumen, el vapor generado es utilizado en los turbogeneradores pudiendo alcanzar una potencia de generación de 13,88 MW, los que son utilizados para autoconsumo de la planta industrial. En caso de generar excedentes, estos serán inyectados al Sistema Eléctrico Nacional.
Huella de carbono
La iniciativa contribuye a descarbonizar la matriz energética de la región y es parte del compromiso asumido por Empresas Iansa de hacer más eficientes y sostenibles sus procesos. En ese contexto, a partir de 2020 comenzó a medir su huella de carbono, con el objetivo de reducirla, ya que actualmente la planta Cocharcas se alimenta en un 98,8% de fuentes no renovables.
Luego de efectuar las mediciones, se concluyó que las emisiones producto del consumo de combustibles son el mayor impacto de la operación al entorno, alcanzando más de 187 mil toneladas de gases de CO2 (dióxido de carbono) equivalentes. Por otro lado, el consumo de electricidad representa el 9% del total de la huella de carbono.
Es así como la caldera de biomasa permitirá reducir las emisiones de gases contaminantes, como PM10, PM2.5, NO2, CO y SO2, entre otros.
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