Con algunos ajustes en los turnos, con el fin de reducir el riesgo de contagio del nuevo coronavirus, la planta Cocharcas de Iansa se prepara para el inicio de la recepción de remolacha, prevista para la semana del 20 de abril, según anticipó Ramón Cardemil, gerente de Producción Agrícola de Empresas Iansa, quien estimó que la campaña debiera concluir en agosto.
“Estamos trabajando junto a nuestros prestadores de servicios de cosecha y cargadoras-limpiadoras, en el avance de las mantenciones de sus equipos y así poder estar totalmente operativos para esa fecha. Por otra parte, nuestras operaciones de mantención y puesta a punto de nuestras plantas se están realizando en forma normal, dentro de las circunstancias actuales, y además, estamos tomando las máximas medidas de seguridad de nuestro personal y de los contratistas para disminuir los riesgos de contagio”, expuso el ejecutivo.
Detalló:“hemos implementado fielmente las recomendaciones sanitarias recibidas de las distintas entidades del Gobierno, y adicionalmente hemos implementado un plan de más de 20 medidas de salud y seguridad. Esto lo hemos hecho en todas nuestras plantas y operaciones, con el fin de prevenir el contagio entre nuestros trabajadores, las empresas contratistas, y por supuesto nuestros agricultores, que son una parte fundamental para mantener la cadena de producción de alimentos”.
Consultado por el impacto que podría tener el cordón sanitario en torno a Chillán en la operación de la planta, Cardemil explicó que “hemos realizado cambios en el sistema de turnos de manera de asegurar la distancia social y la implementación de todas las medidas necesarias, incluyendo la solicitud de credenciales sanitarias y salvoconductos para nuestros trabajadores y contratistas, de acuerdo con los requerimientos que han hecho las autoridades, con el fin de no tener mayores contratiempos”, descartando dificultades en el desplazamiento de los trabajadores que residen en Chillán.
De igual forma, descartó que esté en riesgo el abastecimiento de azúcar en el país.
El profesional afirmó que no se vislumbran efectos negativos de la pandemia en la empresa, y aseguró que además de las medidas de prevención que se han implementado, “hemos anticipado parte de las remuneraciones, hemos dispuesto de nuevos canales de comunicación a través de medios tecnológicos y hemos habilitado un servicio profesional de orientación psicológica especializado, de manera de seguir apoyando a nuestros colaboradores y sus familias”.
Orafti
En el caso de la planta de Beneo-Orafti, que procesa achicoria para la elaboración de inulina, su gerente agronómico, Peter Guhl, manifestó que el 20 de marzo comenzaron con la recepción, la que debiera extenderse hasta el 15 de junio.
“La emergencia no ha afectado directamente el proceso, pero sí ha sido un desafío enorme en cuanto a la organización, adaptarse a la reglas que cambiaban casi a diario, yo creo que el mayor problema es la incertidumbre sobre cómo va a funcionar todo”, explicó Guhl.
Asimismo, destacó que se han implementado estrictas medidas de prevención del contagio en la planta.
En cuanto al impacto del cordón sanitario de Chillán en el traslado de los trabajadores que residen en la intercomuna, el profesional comentó que “al comienzo, limitaron muchísimo el flujo de personal, y ahí se nos complicó, porque autorizaron un número bastante reducido de personas para trasladar a la planta y ahí tuvimos que hacer malabares, dejando a muchas personas en casa y contratando personal alternativo que reside fuera del cordón sanitario”, lo que según dijo, constituye una dificultad adicional, dada la calificación específica de los operarios.
De acuerdo al ejecutivo, se requirió reemplazar al 20% de los trabajadores, aunque acotó que fue transitorio: “después de una semana salió un instructivo del Gobierno y ya no se hizo necesario el personal de reemplazo”.
Guhl añadió que el transporte de la materia prima “no ha sufrido mayores inconvenientes, salvo pequeños retrasos por las detenciones de los camiones en el camino, por ejemplo, para tomar la temperatura, lo que es esperable en una cuarentena”. De igual forma, sostuvo que tampoco hay problemas en la logística portuaria para la exportación de inulina.
Foto: Mauricio Ulloa