El huracán Iota se fortaleció este lunes a la “peligrosa” categoría 4 en su camino hacia Centroamérica, donde las autoridades evacuaron a miles de personas para minimizar los riesgos, en una región devastada recientemente por el paso del ciclón Eta.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos indicó que Iota pasó de la categoría 4 (sobre un máximo de 5) con vientos de hasta 230 kilómoetros por hora.
“Se esperan vientos extremadamente peligrosos y marejada ciclónica amenazante a la vida a lo largo de la costa noreste de Nicaragua y este de Honduras”, dijo este lunes el NHC en su último boletín.
Iota podría tocar tierra el lunes por la noche en el litoral caribeño entre Nicaragua y Honduras, siguiendo un rumbo similar al de Eta, que a inicios de este mes dejó más de 200 muertos y 2,5 millones de afectados por inundaciones y deslaves.
Las autoridades meteorológicas de Nicaragua prevén que el nuevo huracán impacte entre el Cabo Gracias a Dios, en la frontera con Honduras, y Prinzapolka, más al sur, cerca de la ciudad de Bilwi.
En esa localidad de más de 40.000 habitantes, en su mayoría indígenas miskitos y afrodescendientes, la gente intentaba asegurar los techos de sus casas de madera con las mismas láminas de zinc viejas y rotas que se desprendieron con el paso de Eta, y guardaban sus pertenencias en bolsas para protegerlas de las lluvias.
Pánico
“He tomado medidas desde ayer (sábado), como desramar los pocos árboles que dejó Eta”, contó a la AFP Yasser López, un empleado de una gasolinera de Bilwi. “El pánico está latente” porque dicen que Iota “es más potente que el primero”, añadió.
David Patersón, un vecino del barrio Olalaya, en una zona baja de Bilwi proclive a las inundaciones, buscó resguardo en casa de familiares porque en los refugios aún están los damnificados por Eta.
Miles de indígenas miskitos de las comunidades del Caribe Norte de Nicaragua permanecían hacinados en albergues improvisados en centros de enseñanza de Bilwi, donde eran evacuados por la fuerza naval, mientras las lluvias se intensifican al acercarse el ciclón.
Las empresas del servicio de televisión nicaragüense comenzaron a retirar los cables para evitar que caigan con los vientos del ciclón, y la compañía eléctrica anunció que suspenderá el servicio a partir del lunes ante la llegada de Iota, constató un equipo de AFP en el lugar.
Numerosos camiones de carga privada y del gobierno se dirigieron este domingo a Bilwi, provocando grandes filas para atravesar el río Wawa, cuyo cruce se hace en barcazas, lo que dificulta la llegada de ayuda a la zona.
En tanto, soldados de la fuerza naval se movilizaron en la comunidad costera de Prinzapolka para urgir a los comunitarios a evacuar la zona.
El gobierno informó que miles de indígenas de las riberas del río Coco se encuentran ya en refugios en Waspam, fronterizo con Honduras, mientras que los habitantes de los Cayos Miskitos fueron trasladados a Bilwi.
Potencialmente catastrófico
El NHC advirtió que las fuertes lluvias provocadas por el ciclón podrían causar inundaciones repentinas y crecidas de ríos en Centroamérica y el norte de Colombia.
“Inundaciones y deslaves en Honduras y Nicaragua podrían verse exacerbados por los recientes efectos del huracán Eta” con un impacto “potencialmente catastróficos”, dijo el centro estadounidense.
En Honduras, policías y militares desalojan en lanchas y helicópteros, por segundo día consecutivo, a decenas de miles de pobladores en el valle de Sula, en las proximidades de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 180 km al norte de Tegucigalpa, ante inminentes inundaciones.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) alertó en un comunicado que la proximidad de Iota “incrementa el riesgo de inundaciones y deslizamientos sobre todo en las zonas que fueron impactadas por Eta”, que sorprendió a los pobladores con las crecidas de los ríos Ulúa, Chamelecón y Humuya y una red de afluentes menores.
Guatemala, que sufrió mortales deslaves con el paso de Eta, aguarda fuertes lluvias a partir del próximo martes, especialmente en las provincias de Petén, Alta Verapaz, Baja Verapaz (norte), Izabal (noreste), Huehuetenango, Quiché (oeste), Chiquimula, Zacapa, Jutiapa (este), Santa Rosa, Escuintla (sur) y la central Guatemala, donde se ubica la capital, la mayoría aún con estragos ocasionados por el anterior ciclón.
Panamá declaró este domingo alerta roja en las provincias occidentales de Chiriquí y Bocas del Toro y en la comarca indígena Ngäbe-Buglé, en las que Eta dejó 19 muertos, 12 desaparecidos y millonarias pérdidas, según la protección civil.
El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, que constituyen una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
El número récord de huracanes este año obligó a usar el abecedario griego para nombrar a los nuevos ciclones.