Más de 40.000 personas se congregaron este martes en la Plaza de San Pedro para presenciar la primera fumata del cónclave, que culminó con la salida de humo negro desde la chimenea instalada en la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que aún no se ha alcanzado un consenso para elegir al nuevo papa.
Fieles, peregrinos y turistas comenzaron a llenar la explanada poco después de que los 133 cardenales electores ingresaran a la Capilla Sixtina a las 17:46 horas locales (11:46 en Chile), marcando el inicio formal del proceso de elección del sucesor de Francisco.
Esta señal tradicional, generada al quemar las papeletas con productos químicos, indica que el cónclave continuará en las próximas jornadas hasta alcanzar el consenso requerido.
El resultado, como manda la tradición, será comunicado al exterior con el color del humo que salga por la chimenea instalada en el tejado de la capilla: si es blanco significará que se ha elegido un papa, pero si por el contrario es negro, el cónclave deberá continuar.
