Señor Director:
El cuidado del medio ambiente y el crecimiento de nuestras ciudades deben avanzar en armonía, garantizando las condiciones mínimas para un habitar humano sostenible.
El caso de la empresa Galilea, que intenta anular la declaración de un humedal en Chillán Viejo, sin reconocer su relevancia ecológica y simbólica como “el humedal Maipú de O’Higgins”, refleja una mirada urbana limitada, centrada exclusivamente en los números de una planilla de Excel. Esta visión ignora la oportunidad de integrar el humedal al diseño del barrio, lo que podría aportar identidad, calidad de vida y, paradójicamente, un mayor valor económico al proyecto.
Chillán Viejo, además de su valor ambiental, es una comuna con una profunda identidad patrimonial e histórica. Cuidar sus ecosistemas es también cuidar su memoria y su paisaje, elementos inseparables de la construcción de una ciudad con futuro.
Es fundamental que las empresas y autoridades comprendan que el desarrollo urbano no puede construirse a costa del patrimonio natural y cultural. Integrar la naturaleza al espacio urbano no solo es un deber ambiental, sino también una lección imprescindible para el futuro de nuestras ciudades.
Sebastián Fredes
Presidente Colegio de Arquitectos Delegación Ñuble
