Señor Director:
Recientemente se dio a conocer que nueve hospitales de la región de Coquimbo están liderando programas de estudio auditivo en recién nacidos, con el fin de diagnosticar la hipoacusia congénita para que los pacientes puedan ser tratados a tiempo.
Esta medida la celebramos y debiese tener mayor difusión, ya que, de no ser detectada a tiempo, la afectación de la capacidad auditiva en niños puede tener irreversibles consecuencias en el desarrollo comunicativo, académico, social y emocional por estar en una etapa de aprendizaje y desarrollo constante.
Por cada mil nacidos vivos, entre 2 y 5 niños presentan algún grado de pérdida auditiva y, sorprendentemente, el 50% de estos casos diagnosticados no muestran factores de riesgo asociado, pero es un número relevante a diagnosticar y tratar, por lo que consideramos necesario implementar programas de tamizaje auditivo universal, pesquisando la sordera infantil a tiempo, tratándola, y evitando así menor desarrollo de nuestras generaciones futuras.
Camilo Morán