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Hasta el momento los abogados de la Defensoría Penal Pública han jugado un rol protagónico en el fenómeno del estallido social. Pero el haber defendido a las 361 personas a las que se les formalizaron cargos, haber logrado salidas alternativas, revocado medidas cautelares como prisión preventiva o que todo termine con multas, ha sido un trabajo tan protagónico como poco destacado en los medios.
“Pero ha sido un trabajo enorme y hoy puedo decir que estamos tremendamente orgullosos de lo realizado por los abogados de la Defensoría, tanto en Chillán, como el resto de Ñuble y, en general, con los defensores de todo el país”, dice el jefe de la Defensoría Penal Pública de Chillán, Antonio Guerra, quien durante estos días está subrogando al defensor regional, Marco Montero, quien está fuera de la región.
El nombre del abogado Guerra se hizo notorio en este contexto social por ser quien defendió, tanto en el Juzgado de Garantía de Chillán y luego en la Corte de Apelaciones, al estudiante Carlos Concha, a quien logró revocar la medida cautelar de prisión preventiva, tras ser formalizado por porte de artefacto incendiario, en específico, el mediático caso de las botellas molotov que Concha asegura no haber portado.
Ya son más de 360 detenciones y decenas de formalizaciones, las que incluso continúan en sus alegatos en la misma Corte de Apelaciones.
-¿Ha habido muchos casos de personas que dicen haber sido detenidas de manera aleatoria?
-Muchas personas, en efecto, nos refirieron eso. Nosotros, como defensores públicos hemos estado visitando las cárceles todas las noches, para ver a los detenidos y hablar con ellos y tras todos estos días nos queda la sensación que muchos de ellos fueron detenidos por ser los que más lento arrancaban, solamente. La verdad, es que en Chillán las protestas han sido pacíficas, pero cuando hubo desórdenes, creemos que se armó una confusión tal que al final se detuvo a gente solo por estar ahí. Ése ha sido el descargo de la mayoría de la gente que fue detenida en esta contingencia, afortunamente, esos casos ya han ido bajando y la semana pasada no tuvimos detenidos por este contexto.
-Las detenciones aleatorias o casos de exceso de fuerza policial ha sido una crítica que se ha hecho desde un principio a Carabineros. ¿La Defensoría ha visto algún cambio en el proceder policial, al menos acá en la Región?
-Objetivamente, si lo estandarizamos a nivel nacional, el tema del abuso policial -si bien ha existido, como en todo Chile- creo que no es un tema que se haya desbocado, ni mucho menos. En definitiva, yo he visto algunos casos, pero en el principio de la contingencia, pero también somos testigos de que así como ha ido bajando el número de detenidos, conforme avanzan los días, también ha detenido este tema y las denuncias en contra de Carabineros.
-¿Y a esos carabineros denunciados, en caso de formalizaciones, los tendrán que defender ustedes?
-Así es, pero eso no representa ninguna complejidad, por el contrario, así siempre ha sido nuestro trabajo y ya se vio en Concepción cuando se tuvo que defender a un militar que disparó contra una persona. Ésa es nuestra labor y lo hacemos con el mismo profesionalismo.
-¿Cómo se está preparando la DPP para todas estas investigaciones que se vienen encima a raíz de la gran cantidad de detenidos?
-Ya estamos trabajando en eso. Ha habido un enorme despliegue que parte en las mismas comisarías. Claramente que es una perspectiva que nos augura un trabajo muy grande, sumamente largo. Por ejemplo, está el tema de los mismos partes de carabineros que se han cuestionado, no por nosotros, sino que por el mismo fiscal nacional, Jorge Abott, quien emplazó al Gobierno y señala que más que cualquier cosa, uno de los factores que más importancia han tenido en estos casos es la exigencia que se debe tener en los partes policiales.
-Considerando que casi todas estas detenciones se materializaron en el centro de la ciudad, ¿qué tan importante es para ustedes el poder contar con las imágenes de televigilancia instaladas en el casco comercial?
-En efecto, ése es un tema importantísmo para nosotros. Necesitamos contar con esas imágenes, pese a que a veces las imágenes pueden ser constituyentes de interpretaciones subjetivas, entonces hay que analizarlas.
-Entonces, las pruebas más fuertes para ustedes vendrían a ser los relatos de testigos…
-En efecto, eso será muy importante. Lo que pasa es que el tema del estallido social hizo que a la calle saliera gente de todas las clases sociales, económicas y de todas las edades, por lo tanto, hubo familias completas marchando junto a otras familias, entonces se generó un ambiente de mucha camaradería, de mucha solidaridad. Había mucha conexión entre ellos, por ejemplo, quienes venían a ver los controles de detención para acompañar a los familiares de los detenidos, eran otros jóvenes que estaban en las marchas. Toda esa gente está muy llana a contar su testimonio y no tienen ningún miedo a contar lo que han visto.
-¿Cómo ha sido la colaboración de la Fiscalía o las mismas policías para el trabajo de la Defensoría?
-Ha sido muy profesional y hay que decirlo. La policía se ha portado sumamente profesional con nosotros, en especial en nuestras visitas a las comisarías, no nos han puesto un solo problema para visitar a los imputados, para entrevistarnos con ellos. Lo mismo con el Ministerio Público, con quienes hemos tenido un flujo de información muy expedito, sobre todo, con los fiscales de turno y la información que ellos tienen de los detenidos. Realmente, no podría quejarme del actuar de ellos.