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Carabineros descubrió este viernes, en un tambor enterrado, armamento e implementos que posiblemente fueron utilizados en el homicidio de tres uniformados ocurrido el 27 de abril pasado, en las cercanías en la comuna de Cañete, Región del Biobío.
Durante el operativo desarrollado en un predio de Quidico, en Tirúa, “se logró ubicar un lugar destinado al ocultamiento de armas, denominado coloquialmente como caleta”, indicó el fiscal Carlos Bustos, de la Unidad de Alta Complejidad de La Araucanía.
Lo incautado consiste de dos escopetas calibre 12, 63 municiones ídem, tres chalecos antibalas, y una camioneta que mantenía encargo por robo desde marzo.
El persecutor sostuvo que “lo relevante de este hallazgo dice relación con que, en la investigación principal, se pudo determinar que (en el crimen) participaron a lo menos dos escopetas, las cuales no han sido encontradas hasta hoy”.
“En ese contexto, va a ser importante realizar las pericias” para determinar si corresponden a este caso o a algún hecho similar, añadió.
A la fecha, tres imputados por el crimen permanecen en prisión preventiva, máxima cautelar que, en paralelo al despliegue policial de hoy, fue ratificada para los hermanos Felipe y Jefferson Antihuen.