Unas 2.000 personas se manifestaron este jueves en el centro de Puerto Príncipe para exigir la renuncia del presidente haitiano Jovenel Moise, quien la víspera aseguró que no estaba “involucrado en corrupción”.
“Rechazamos el discurso del presidente sin más: no es a nosotros, el pueblo, a quien debe decir que no es corrupto, sino a la justicia del país, dándole los medios necesarios para trabajar”, dijo Evens Paul, un manifestante de 31 años.
En un discurso el miércoles, Moise habló directamente al pueblo haitiano. “Su presidente, por el que votaron, no está involucrado en corrupción“, aseguró.
“Esto no es fervor político: no tenemos ningún problema con el presidente”, dijo Mehdi Garlet, en el corazón de la manifestación compuesta principalmente por hombres jóvenes.
“Como representante de la república, debe estar por encima de toda sospecha, pero el Tribunal de Cuentas lo involucra como uno de los receptores de dinero de Petrocaribe incluso antes de que hubiera un contrato firmado, por lo que la moral pública lo obliga a renunciar “, agregó el estudiante de 26 años.
El 31 de mayo, el Tribunal Superior de Cuentas presentó un informe de más de 600 páginas sobre la mala gestión de la ayuda recibida de Venezuela, un documento en el que Moise es acusado de estar en el centro de un “esquema de desviación de fondos”.
Los jueces descubrieron que, en 2014, el Estado firmó dos contratos para el mismo proyecto de rehabilitación de carreteras con dos compañías con nombres diferentes (Agritrans y Betexs), pero que comparten el mismo registro fiscal y personal técnico.
Antes de llegar al poder en 2017, Moïse dirigió Agritrans, que recibió más de 33 millones de gourdes -más de 700.000 dólares en ese momento- para este proyecto vial aunque su actividad principal era la producción de bananas.
Para este proyecto, la compañía del actual presidente también recibió un anticipo en efectivo casi dos meses antes de la firma del contrato.