La atención sanitaria en 50 centros de salud de Haití ha sido suspendida debido a la falta de combustible.
La situación había sido advertida desde el pasado fin de semana por distintos establecimientos de salud, sin que haya servido para encontrar una solución al desabastecimiento, que se da, además, en plena huelga a nivel nacional.
La escasez de combustible se debe principalmente a la inseguridad y a los bloqueos de carreteras y calles montados por las pandillas que controlan zonas clave de Puerto Príncipe, donde se encuentran los depósitos de carburante, informó radio Cooperativa.
En el caso del Hospital Universitario La Paix, en la capital, debería haber recibido 5.000 galones de combustible en los últimos días, pero el proveedor local aún no tiene una solución segura para llevarlos hasta allí, informaron desde la organización de la ONU.
El exterior del centro sanitario está desierto y en el interior apenas hay personal ni pacientes, los pasillos están vacíos y nadie ocupa los asientos de las salas de espera, según comprobó Efe.
El doctor Jean, de pediatría, dijo a Efe que la huelga y la escasez de carburante “han paralizado todos los servicios”, de modo que el hospital no hace nuevas admisiones, ya que “no hay materiales suficientes para satisfacer todas estas necesidades”.
Este martes se atendía en el ambulatorio de pediatría a los pacientes que iban llegando y que “no eran casos graves”, además de a los ocho pacientes que están ingresados en esa sección.
“Intentamos actuar con la mayor rapidez posible. Se recuperan y los enviamos a casa”, explicó el médico, que aseguró que “el hospital está acostumbrado” a este tipo de situación con huelgas y manifestaciones.
El doctor Darlin Dorvil, también pediatra, dijo que “muchos departamentos del hospital no funcionan por el problema de la electricidad, que no es estable“, y la sala de neonatos está en una tesitura difícil, porque precisa de energía “para poder calentar a los niños prematuros, pero no hay”.
En el área de traumatología hay ocho pacientes, pero no existe posibilidad de realizar ninguna operación, ya que tampoco hay energía para los quirófanos, explicó un médico que prefirió no identificarse.
Además, el personal de limpieza parece por completo ausente a juzgar por el deplorable estado de los baños, y por las manchas de sangre que nadie ha limpiado del suelo tras la llegada de un paciente con un pie destrozado.
Mañana miércoles es la última jornada de huelga general de tres días, pero todavía no hay solución para abastecer de combustible a los hospitales haitianos.